11 M: La huella del terrorismo en La Rioja
Concha Andreu defiende que "en una democracia plena no hay razón para usar la violencia con fines políticos"
Logroño - Publicado el - Actualizado
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La presidenta riojana, Concha Andreu, ha presidido el acto de conmemoración del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo que se ha celebrado en Arnedo como municipio afectado por la violencia terrorista, ya que, en la madrugada del 17 de agosto de 1995, ETA atentó con dos mochilas bombas contra el cuartel de la Guardia Civil de la localidad provocando más de una treintena de heridos.
Andreu ha comenzado recordando que este 11 de marzo tiene su origen en los atentados yihadistas perpetrados en Madrid, de los que se cumple el decimoctavo aniversario, para señalar que “por muchos años que hayan pasado, seguimos recordando esta fecha con el absoluto convencimiento de que no hay ganancia alguna en la estrategia del terror; para nadie. Solo pérdida. No hay ninguna razón para asesinar a otra persona”.
Para la responsable del Gobierno de La Rioja, “en una democracia plena, como es la española, además, tampoco hay ninguna razón para utilizar la violencia con fines políticos. No hay causa, por legítima que se considere, que lo merezca” y se ha mostrado muy orgullosa de nuestro país “por habernos dotado de los mecanismos suficientes para que cualquier aspiración o demanda política pueda ser llevada al debate público de manera pacífica y por los cauces legales, que son garantía del respeto a los derechos de todas y todas”.
Andreu ha declarado que podemos felicitarnos “por haber construido una sociedad que ha enfrentado con la proporcionalidad y la serenidad del estado de Derecho cada capítulo de barbarie; que no renunció, en ningún momento, a un modo de vida integrador y tolerante por miedo; que entendió que no existía una dicotomía entre seguridad y libertad; que no había que renunciar a ninguna de ellas; que no respondió al odio con más odio, sino con justicia; que supo tejer alianzas de cooperación internacional para luchar contra el terrorismo de manera eficaz, y también que logró alcanzar consensos políticos amplios y estables para proteger y amparar a las víctimas y a sus familias”.
La presidenta ha defendido que “la construcción de esta España moderna, diversa y abierta tiene unos cimientos firmes, asentados en el compromiso real de la mayoría de ciudadanos de este país con el respeto al que piensa, opina o vive diferente”, así como en “la apuesta por la aplicación de la ley y por el respeto de los derechos fundamentales y libertades públicas, incluso en los peores momentos de rabia y dolor; en la total confianza en el trabajo profesional y ejemplar de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad, en materia antiterrorista”
Además, ha destacado “la respuesta pacífica, solidaria y unitaria de la sociedad civil española frente a los golpes que, durante años, nos ha asestado el terrorismo en este país, en esta comunidad y en este pueblo” y ha subrayado “el ejemplo, el homenaje y la admiración profunda de quienes asumieron el inmenso coste, a todos los niveles, de defender los valores democráticos y sus convicciones políticas frente al terror y la sinrazón; y, sobre todo, la memoria y la dignidad de quienes, en toda España y también en La Rioja, pagaron un precio altísimo, sino el más alto, por vivir en un país libre”.
“Las víctimas del terrorismo son nuestra referencia cívica a la hora de construir una sociedad mejor. Y su ejemplo, su memoria y su dignidad son el legado que, hoy, recordamos y honramos llenos de agradecimiento, y que nos permite mirar al futuro en este país con confianza y esperanza”, ha concluido. Huella del terrorismo en La Rioja y en España La Rioja ha sufrido 28 atentados terroristas desde el 11 de julio de 1980, cuando estallaba la primera bomba de ETA en Logroño, en el Camino Viejo de Oyón, hasta el 21 de marzo de 2008 con el último coche bomba contra el cuartel de la Guardia Civil de Calahorra. En total, la organización terrorista ETA ha dejado cuatro víctimas mortales en La Rioja. La primera víctima mortal fue el teniente de la Guardia Civil, Francisco López Bescos, asesinado en Villamediana de Iregua el 22 de julio de 1980 en un ataque a un grupo de guardias civiles cuando se dirigían en autobuses a realizar prácticas. Ese mismo año, el 27 de noviembre, tenía lugar el atentado con coche bomba de la calle Ollerías de Logroño, que dejó tres muertos: el comerciante Miguel Ángel San Martín Fernández, el inspector Carlos Fernández Valcárcel y el empresario Joaquín Martínez Simón. En España, la lista de víctimas del terrorismo supera las 1.400 víctimas mortales a lo largo de más de seis décadas años. De ellas, 856 fallecieron por la violencia de ETA y 282 por el terrorismo yihadista, mientras que el resto fueron causadas por las bandas GRAPO, FRAP, EPOCA, Terra Lluire, Batallón Vasco Español, Triple A y EGPGC.