La joven española que mantiene una práctica centenaria: Arte a tijera
Lucía Rueda tiene 21 años y hace dos años aprendió a esquilar a tijera. Un aprendizaje con 'maestros' por orgullo y como homenaje a sus abuelos que esquilaban a su ganado familiar
Logroño - Publicado el - Actualizado
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El sector ganadero en La Rioja cuenta con 12.088 explotaciones, un sector que ha perdido volumen en casi todos los tipos de cabaña en los últimos cuatros años.
Los sectores ovino y caprino son los que peor lo están pasando. Hay quien dice que están en peligro de extinción. Los datos no son alentadores: El número de cabezas se reduce un 8,9% y el número de explotaciones también está descendiendo.
Pasando de 358 a 260 explotaciones de ovino. Ser ganadero es complicado y ser esquilador también, antes esquilaban a tijera, ahora con máquina. Las exhibiciones son prácticamente la única forma de ver este oficio que ya es un arte.
Brieva de Cameros es uno de los pueblos de La Rioja donde se pueden ver estas demostraciones.
Según el Instituto de Estadística de La Rioja, hay 63.949 ovejas. Y lo peor es que la tendencia es negativa. Y fíjate tan solo hay un pastor trashumante pastoreando los montes de La Rioja.
Las tradiciones, ese modo de vida, parece que queda en el pasado aunque nunca quedará en el olvido. Pero es cierto que parece que está condenado a perderse... Sin embargo, hay esperanza... esperanza por gente como ella.
Aquí encontramos la historia de la Lucía, una joven riojana.
LAS RAZONES DE LUCÍA PARA APRENDER A ESQUILAR A TIJERA
Lucía Rueda tiene 21 años y hace dos años aprendió a esquilar a tijera. Un aprendizaje por orgullo y como homenaje a sus abuelos que esquilaban a su ganado familiar.
No pudo aprender de ellos porque fallecieron antes de que les diera tiempo pero ha tenido grandes "maestros" en esto de esquilar con tijera. "Alguien tenía que retomar esas tijeras y me ofrecí para aprender por esas ganas de homenajear a mis abuelos y saber cómo lo vivieron de esa forma tan arraigada", explica en COPE Rioja. "He tenido una suerte muy grande, he aprendido con algunos de los vecinos de mis abuelos y esquilo, gracias a Dios, con sus tijeras".
Los mayores, aquellos que alguna vez esquilaron con sus abuelos, han acompañado a Lucía en una aprendizaje emocionante y tradicional. Mientras le contaban anécdotas de sus abuelos, Lucía aprendía un oficio artesano que había sido el modo de vida de su familia. Ganaderos y esquiladores de Brieva y de Nieva que han depositado en Lucía su ilusión y su esperanza en el futuro.
LOS ÚLTIMOS ESQUILADORES
Ángel García es uno de sus "maestros". Está muy orgulloso de todo lo que está aprendiendo Lucía aunque cuenta que todavía le queda algún secreto por aprender. A sus 74 está ilusionado con Lucía. Emocionado, confiesa que seguirá "al lado" de la joven para trasmitirle todo lo que sabe de una profesión que comenzó a amar cuando era muy pequeñito. Ahora tiene esperanza en que su vida no quede en el olvido.
Esta joven tiene ahora un objetivo, una meta: que no se pierda esta tradición riojana y que se valore el trabajo de quienes esquilaban en La Rioja hace no tantos años. De esos pastores o de esas cuadrillas que se dedicaban a esta tarea tan importante.
Lucía compagina su tercer año como estudiante de Educación Primaria en la Universidad de La Rioja, con algún trabajo y esta pasión, la de esquilar. Se ha convertido en un referente. Tiene un primo de 12 años que tiene interés y ha comenzado a aprender. Ojalá siga sus pasos.
Lucía es además la presidenta de la Asociación Cultural Brita de Brieva de Cameros. Una asociación que con 300 socios, jóvenes del pueblo y descendientes de Brieva, fomenta las actividades tanto recreativas como culturales de la localidad.
Ella representa la vida en los pueblos, esa vida que tanto representa a nuestro país.