El origen de las Fiestas de San Mateo: Un recorrido por la historia y la vendimia
San Mateo y su relación con las fiestas de la vendimia
Logroño - Publicado el - Actualizado
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El verano ya se está acabando y en medio de tanta incertidumbre de cara al futuro hay algo que seguramente no va a parar: la vendimia. Después de ver como durante estos últimos meses se conformaban los racimos de uva de las parras, ha llegado el mes de septiembre, el mes por excelencia de la vendimia. En muchas ciudades españolas se celebran fiestas populares alrededor del vino y septiembre es el mes clave de la uva.
San Mateo y su relación con las fiestas de la vendimia
Una de las fiestas más populares es sin ninguna duda la de Logroño. Las fiestas de San Mateo de Logroño tienen lugar en la semana natural que engloba el día 21 de septiembre, día que el santoral dedica al apóstol. Desde el año 1956, llevan el sobrenombre de Fiestas de la Vendimia Riojana, dada la proximidad a las fechas de recogida de la uva, en una tierra marcada por el vino.
El día grande es el 21 de septiembre, cuando se realiza la ofrenda del primer mosto, haciendo una pisada con las primeras uvas de la temporada. Los orígenes se remontan al siglo XII, cuando la ciudad de Logroño, al obtener la categoría de villa, tenía derecho a la celebración de una feria anual, acto que la convirtió en una sede importante de comercio. Esta feria fue adquiriendo cada vez mayor relevancia, y el carácter lúdico-festivo fue apoderándose de la misma.
El origen de las Fiestas de San Mateo
Las Ferias de San Mateo remontan sus raíces a los años finales del siglo XII, cuando el 7 de febrero de 1195 el rey Alfonso VIII libró un privilegio en virtud del cual se autorizaba a la villa de Logroño para que tuviese un mercado franco. Se celebraban originalmente en el día de Acción de Gracias, y en ellas los riojanos agradecían la cosecha recogida.
El rey Fernando VII en 1818, y posteriormente la reina Isabel II en 1845, refrendaron la celebración de estas ferias. Un Real Decreto de esta reina concedió permiso para que las ferias, que originalmente se celebraban a primeros de septiembre, se trasladaran del 16 al 23.
Finalmente, la fecha se fijó en el 21 de septiembre, festividad de San Mateo, que fue recaudador de impuestos, y que acabó convirtiéndose en Patrón de los mercaderes. Durante la celebración de estas ferias iba ganando importancia el carácter festivo y divertido de ellas. Es así como el vino, fruto de la tierra riojana, se introduce en los mercados medievales de la villa logroñesa. Estas fiestas representan también el punto de partida de la vendimia. La ciudad se llena de colorido y diversión en una celebración en la que el vino y la uva adquieren un protagonismo especial. De entre los numerosos actos destacan el pisado de la uva y la ofrenda del primer mosto a la Virgen de Valvanera y celebran el inicio de la vendimia pidiendo a la Virgen que el resultado de esta sea excelente.