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La experiencia vivida por una voluntaria en Brasil: Dentro de un barriada
Anabel Jiménez ha viajado hasta nueve veces a Brasil para visitar LAR Santa Mónica, un refugio para niñas que han sufrido abusos y tienen una vida muy difícil. Para esta riojana es un "trocito de su corazón, un trocito de su vida"
Logroño - Publicado el - Actualizado
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Todo comenzó en 2010 de la mano del misionero arnedano José Alberto Moreno en Fortaleza, un municipio de Brasil con más de 2,6 millones de habitantes. Allí una mujer donó una importante superficie de terreno, varias hectáreas de tierra en medio de favelas. Así nació el Lar de Santa Mónica, un paraíso porque en ese entorno seguro se cuida a quienes sufrieron abusos. Un "paraíso" para niñas y adolescentes que tiene corazón y alma riojana.
Anabel Jiménez está orgullosa, se emociona. Acaba de enterarse de que una de esas chicas se ha comprado un coche y tiene una vida normalizada. No lo tenía fácil después de una infancia terrible. Esta arnedana ha viajado hasta nueve veces a este refugio en Brasil. Sus vacaciones las ha dedicado a cuidar a estas chicas. Cuenta en COPE que este refugio en Brasil es "un trocito de mi vida, de mi corazón". Desde Arnedo, junto a otras mujeres, promueve iniciativas para recaudar fondos y conseguir que este lugar seguro mantenga sus puertas abiertas.
Este proyecto surgió para convertirse en el flotador, en el chaleco salvavidas de niñas y adolescentes. Llegan a estas casas desde favelas, con vidas difíciles y habiendo sufrido abusos. Y continúa en pie gracias a mujeres como Anabel Jiménez. Una arnedana que se ha entregado en cuerpo y alma. Ha viajada a Brasil hasta en nueve ocasiones, en algunas de ellas acompañada de su hija.
El proyecto en Brasil comenzó con una casa y ahora desde Arnedo veis como va creciendo. Hay que mantenerlo abierto como sea. ¿Qué se puede hacer a tantos kilómetros de distancia? Mercadillos, conciertos, teatro... Cualquier propuesta es buena para sumar fondos para ellas. Un proyecto que cuenta con grandes profesionales para que tengan un futuro...
Desde su inauguración, Lar Santa Mónica ha acogido ya a más de 300 niñas y adolescentes. Cuatro casas con capacidad para 36 niñas de entre 7 y 18 años que deben seguir abiertas. Desde La Rioja, un grupo de mujeres trabaja para que así sea.
Anabel ya está pensando en volver para abrazar a esas niñas que, por encima de todo, necesitan cariño. Dice que recibe mucho más de lo que da pero en Brasil no tienen forma de agradecer tanto corazón. No solo ella sino todo el ejército de solidaridad que han conseguido sumar un grupo de mujeres de Arnedo que conocieron esta iniciativa siendo catequistas en la esta ciudad de La Rioja Baja.