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Un estanquero de La Rioja planta cara: Así se enfrentó al atracador

En este 2024, en nuestra comunidad, las denuncias por robos con violencia e intimidación han ascendido en el primer semestre a 81

Estanco de Alfredo en Murillo de Río Leza

Manuel Pérez Esteve

Logroño - Publicado el

2 min lectura

En lo que va de año, los hurtos totales han descendido. Se han cometido 1.939 hurtos, mientras que en el mismo periodo de 2023, se denunciaron 2.181. Por otra parte, en este 2024, en nuestra comunidad, las denuncias por robos con violencia e intimidación han ascendido en el primer semestre a 81.

el hurto que sufrió alfredo

Te sitúo. Lunes, 20:15. A Alfredo solo le quedan 15 minutos de jornada laboral para cerrar su estanco en el municipio de Murillo de Río Leza. En breve estará en casa, cenando con su mujer y sus 2 hijas de 5 y 8 años que, en ese momento, se encuentran en la tienda esperando el cierre. Sin embargo, un hombre entra en el estanco y sorprende a la mujer de Alfredo a punta de pistola.

En ese momento es ella la que se encuentra en la caja, en el mostrador. Él estaba en la trastienda y se percata de todo. De forma instintiva, actúa. Comenzaron a forcejear. Intentó quitarle la pistola, consiguió sacarlo a la calle, pero el ladrón seguía apuntándole. La situación ya es diferente. Le apunta, sí, pero en la calle el ladrón no es tan valiente como en el interior del estanco, y huye.

un vecino le persiguió en su huida

Al verse sorprendido por la actuación de Alfredo, el ladrón decidió marcharse, pero con lo que no contaba es que un vecino que había visto el frustrado atraco, le siguió y vio como se montó en un coche que le estaba esperando. Él tomó la matricula, pero no sirvió de nada. Habían prendido fuego al coche y lo habían dejado en Yagüe. El coche también era robado.

Durante el forcejeo, el atracador perdió su visera, que ahora está en posesión de la Guardia Civil. Una Guardia Civil que se presentó en el lugar a los 10 minutos. Alfredo actuó, tal y como nos ha comentado, de forma instintiva. Pero más tarde, comenzó a darle vueltas a lo sucedido, y pensó que en el forcejeo, podía haberse disparado la pistola en cualquier momento.

Una situación que nadie quiere vivir, que salió bien en este caso, pero que podría haber acabado en desgracia. Por suerte, no hubo ningún daño material ni, lo más importante, daño personal.

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