CONSUMIDORES
¿Qué opciones tiene el consumidor para evitar las llamadas comerciales?
Un consejo es inscribirse en la Lista Robinson, dirigirse por escrito a la empresa y, en última instancia, denunciarlo
Pamplona - Publicado el - Actualizado
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El 94% de las personas están cansadas de recibir llamadas comerciales no deseadas en su teléfono, según indica una encuesta encargada por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache. El porcentaje ha aumentado tres puntos, incluso, respecto al año anterior. Además, el 70% de los usuarios creen que las compañías telefónicas no informan suficientemente sobre sus condiciones.
El consumidor tiene derecho a no recibir llamadas comerciales si no figura en las guías de comunicaciones electrónicas disponibles al público, si ha ejercido el derecho a que los datos que aparecen en ellas no sean utilizados con fines comerciales, o si ha solicitado la incorporación a los ficheros de exclusión de comunicaciones comerciales.
Muchos asociados han mostrado su malestar en los últimos meses por las continuas llamadas que reciben en su teléfono móvil o fijo por parte de agentes o contestadores automáticos con fines comerciales, aunque les hayan dicho una y otra vez que no quieren que les molesten más.
En algunos casos, incluso, el consumidor se queja de que estas llamadas se producen en horario nocturno o en sábados o domingos, a pesar de que la normativa prohíbe efectuarlas antes de las nueve de la mañana y después de las nueve de la noche y en festivos o fines de semana. Los afectados acuden enojados a Irache porque continúan recibiendo continuamente llamadas y no saben cómo hacer que el teléfono deje de sonar por este tipo de llamadas.
¿Qué opciones tiene el consumidor para evitar las llamadas comerciales?
Lista Robinson
Una opción es apuntarse en la Lista Robinson. Es un fichero de exclusión publicitaria que permite al usuario evitar que las empresas a las que no ha dado su consentimiento se dirijan a él con fines comerciales.
El consumidor debe especificar por qué medio no quiere recibir mensajes -telefónico, correo postal, correo electrónico, sms-. Para apuntarse, hay que acceder a la página web www.listarobinson.es y la inscripción es gratuita. Las empresas que vayan a realizar una campaña publicitaria deben consultar antes la lista Robinson para no incluir en ella a las personas que estén inscritas en esta lista. La inscripción, eso sí, puede tardar en hacerse efectiva hasta dos meses.
La empresa debe informar de cómo oponerse
Si recibe la llamada de una empresa, aunque no esté inscrito en la Lista Robinson, tiene derecho a oponerse a recibir más llamadas o comunicaciones comerciales de ella. En estos casos, es muy recomendable dirigir la solicitud por escrito a la empresa y de forma fehaciente.
En realidad, la propia empresa debería informarle cuando llama sobre el modo en que usted puede mostrar su oposición. El usuario puede, además, solicitar a la empresa que le remita un justificante de esta solicitud, a más tardar en el plazo de un mes.
A la vez, el consumidor puede solicitar la retirada de sus datos de las guías de comunicaciones electrónicas disponibles al público. Esta supresión deberá hacerse efectiva en diez días en soporte digital y en la siguiente edición en papel. Si no quiere que desaparezcan sus datos de la guía telefónica, puede comunicar su negativa a que sus datos sean utilizados con fines publicitarios o comerciales. Esto significa que, en principio, las empresas no podrían utilizar la información de estas guías para realizar llamadas comerciales a este usuario.
Denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos
La dificultad para el consumidor cansado de recibir llamadas estriba, en muchas ocasiones, en demostrar que la empresa está incumpliendo sus obligaciones y está llamando cuando no debería hacerlo.
Si puede probarlo, tiene la posibilidad de poner una denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos, que es competente para sancionar a las compañías que vulneren la ley en estos ámbitos.
Atención para no dar el consentimiento
Por otro lado, en muchos concursos, promociones u ofertas en los que participamos, nos solicitan el consentimiento para enviarnos publicidad. Si no deseamos recibirla, hay que estar atentos para evitar dar nuestra aprobación y aceptar sin más todos los términos del concurso, oferta o promoción. También pueden solicitar nuestro consentimiento para enviar publicidad al registrarnos en algunas páginas web.
Por su parte, las empresas con las que haya existido alguna relación contractual previa, te pueden enviar publicidad sobre productos similares a los contratados. Pero en cada comunicación deberán ofrecer la posibilidad de que te opongas a recibir más publicidad.
Es necesario un mayor control que haga cumplir la ley
Irache considera fundamental que se pueda garantizar el respeto a los datos personales, al descanso y a la intimidad de los consumidores. En este sentido, anima a los ciudadanos a expresar por escrito su negativa a recibir más llamadas y a denunciarlo si es que la empresa sigue insistiendo.