URBANISMO

Conoce el Campus universitario de la UPNA

El arquitecto municipal Enrique Maya habla del Campus de la UPNA después de repasar en el anterior programa el Campus de la UN

Fermín Astráin

Publicado el - Actualizado

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Enrique Maya, exalcalde y arquitecto municipal, habla sobre el Campus universitario de la UPNA.

El Parlamento de Navarra aprobó la creación de la Universidad Pública de Navarra en 1987. Siguiendo la Ley de Reforma Universitaria, el proyecto fue concebido según el modelo departamental, con un campus único en contacto con el casco urbano de Pamplona.

Se barajaron varios lugares de emplazamiento: el casco viejo, Aranzadi, Mendillorri y Arrosadia. La decisión de ubicarlo en Arrosadia se debió a que se trataba de un espacio con capacidad suficiente para crear un campus compacto, con posibilidades de ampliación, cercano al centro de la ciudad y con buenas vías de comunicación. Y la imposibilidad de ubicarlo en el centro de Pamplona, tal y como asegura Enrique Maya.

El proyecto fue encargado al arquitecto, navarro de nacimiento (Cáseda), Francisco Javier Sáenz de Oiza; que quiso crear un campus que favoreciera el encuentro y la relación entre estudiantes con zonas verdes y pavimentadas, al tiempo que daba una imagen de rotundidad, firmeza e innovación.

Para el diseño del proyecto de la Universidad Pública de Navarra, Sáenz de Oiza tomó como ejemplo varias universidades con organización departamental, especialmente Bruselas y Grenoble. Creó así un campus formado por edificios especializados por funciones, con vías de comunicación directa entre unos y otros. Estas vías, utilizando pasarelas que unían los distintos edificios a la altura del primer piso, finalmente no se construyeron.

Tomando como modelo de planta y dimensiones el céntrico Paseo de Sarasate de Pamplona, Oiza diseñó el campus en torno a un eje formado por los edificios del aulario, la biblioteca y el rectorado, con los departamentos, talleres y resto de edificios alrededor.

En el proyecto original estaba prevista la construcción de un aula magna o paraninfo —edificio subterráneo situado frente al rectorado y que recibía luz cenital mediante un destacado cuerpo troncocónico de vidrio— y de un centro de cálculo, pero finalmente no se construyeron.