ESCALERA DE SAN FERMÍN

Quinto peldaño de la escalera de San Fermín: ¿Vienes a los sanfermines? Tienes que saber esto

Te explicamos varias de las claves para poder vivir y disfrutar San Fermín 2022

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Alberto Sanz

Pamplona - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Quinto peldaño de San Fermín, ya estamos calentando motores y Patxi Pérez nos explica algunas de las claves para disfrutar de estos días.

Hoy 5 de mayo, tenemos que hacer un alto en nuestro camino “Conociendo Navarra” para ir calentando motores en nuestra particular cuenta atrás hacia el 6 de julio o como nos gusta decir a nosotros, en nuestro particular escalera.

Ya hicimos el año pasado un recorrido por los puntos neurálgicos de la fiesta, hoy vamos a calentar motores.

La Plaza de Toros de Pamplona esta de cumpleaños, 100 años hace el próximo 7 de julio, vamos a empezar conociendo un poco la historia de las plazas de toros que ha tenido la ciudad de Pamplona.

Como bien has dicho, la plaza de toros se inauguró el 7 de julio de 1922, era la tercera plaza fija de la historia de la ciudad y comenzó de una manera accidentada en el primer encierro se produjo un montón en el callejón en el que hubo más de 100 heridos.

Como he dicho, Pamplona ha tenido tres plazas fijas, la primera se inauguró en 1844 y estuvo en pie apenas cinco años por la fragilidad de los materiales con los que fue construida. La segunda fue en 1852 y estuvo en uso hasta 1921 cuando se quemó unas semanas después de acabar las fiestas de San Fermín y cuando ya se había empezado a construir la nueva.

La Monumental pamplonesa es uno de los epicentros de nuestras fiestas por los acontecimientos que en ella alberga y también por la manera tan peculiar de vivir las tardes de toros que tenemos los de aquí. Sol y sombra, sangría, cava, ajoarriero, bocadillos, langostinos, jamón, disfraces, banderas, pitos, aplausos, txaranga y La Pamplonesa, un especial ecosistema.

Además hay que decir que durante el año la Casa Misericordia tiene preparado un museo y unas visitas guiadas que merecen la pena también para las personas de aquí, no solo para los turistas.

Como dices, la idiosincrasia de la plaza de toros llama la atención a muchos de los que acuden por primera vez a ella. Algo que también llama la atención a muchos es la procesión que cada mañana del 7 de julio recorre las calles del casco viejo, sobre todo el orden que tiene todo el cortejo desde que empieza hasta que acaba.

Ya suelo decir que la procesión de San Fermín es una procesión de ver no como otras, como por ejemplo la de Santa Ana en Tudela que es una procesión de ir, de acompañar.

La procesión data del siglo XII y se ha mantenido desde entonces y tiene un protocolo reglado.

La procesión propiamente comienza cuando sale el santo por la puerta principal de San Lorenzo pero antes en la catedral se ha formado prácticamente todo el cortejo procesional.

Si dividimos en pasos, el primero es la salida de la Corporación Municipal en Cuerpo de Ciudad de la Casa Consistorial en donde va acompañada de la Comparsa de Gigantes y cabezudos, dantzaris, txistularis, timbaleros y clarineros, maceros, libreas, guardia de gala y la pamplonesa, se dirigen a la catedral, en lo que sería el segundo paso, recogen al cabildo de la Catedral que es quien preside la procesión, al arzobispo y a hermandades y cofradías (la de la Pasión del Señor, la de Paz y Caridad, la del Rocio, labradores…), además de a las cruces parroquiales y la de la catedral. De ahí, se dirigen a la Iglesia de San Lorenzo en donde recogen al santo que le flanquean dos representantes de cada peña, a los sacerdotes de la parroquia y a la corte de San Fermin.

Todo lleva un orden estricto que se mantiene cada año, las hermandades y cofradías van en el orden de más moderna a más antigua.

Y luego están los momenticos, la plaza del concejo, el pocico…

Todo esto aderezado, de las campanas, de la música de la pamplonesa, de aplausos y vivas al santo, en un recorrido blanco y rojo espectacular en el que afloran los sentimientos y en el que este año seguro que echamos en falta a muchos después de dos años sin vernos.

Hemos comentado dos de los pilares en los que se sostienen nuestras fiestas, aunque evidentemente hay otros muchos, pero hay uno que congrega cada mañana a miles de personas de todas las edades, es la comparsa de gigantes y cabezudos.

Esas 25 figuras de cartón-piedra que recorren las calles de Pamplona al son de la gaita, txistu y tamboril son uno de los elementos más carismáticos de la ciudad y de las fiestas.

Los actuales gigantes datan de 1860, son 8 figuras creadas por el artesano Tadeo Amorena y que representan a cuatro parejas de reyes de cuatro razas diferentes.

Los primeros datos de los que tenemos referencia en nuestra ciudad son de 1600 en los que se habla de unos gigantes, también se sabe que en 1657 un tal Francisco de Azpigalla fabrico 10 figuras. En ese siglo XVII se tiene constancia de que existían gigantes que pertenecían a la catedral y otros que pertenecían al ayuntamiento.

Una prohibición de Carlos III de España en 1780, obligó a que dejasen de salir en procesiones y diferentes actos religiosos, por considerarlos una distracción ante la fe. Este hecho provocó una decadencia, se destruyeron las figuras del Ayuntamiento, y las de la catedral estuvieron abandonadas, hasta que en 1813 fueron reencontradas por un carpintero y volvieron a tomar la importancia de antaño. Sabemos que eran seis gigantes. El cabildo se los cedía al Ayuntamiento cuando los necesitaba y, aunque fueron restaurados en 1839, su aspecto debía de ser bastante lamentable, por lo que en 1860, Tadeo Amorena, manda una misiva al Ayuntamiento, en la que le propone la construcción de unos nuevos gigantes, del mismo tamaño de los que existían, pero más ligeros.

Las demás figuras que componen la comparsa se fueron adquiriendo a lo largo de los años, los dos kilikis más antiguos son el coletas y el barbas fueron construidos el mismo año que los gigantes, los cinco cabezudos se construyeron en 1890 y después hasta 1941 que se terminó con la adquisición de los dos últimos zaldikos y de los kilikis caravinagre y berrugas.

Para acabar y siendo la hora que es, ¿qué almuerzas el 6 de julio? ¿Qué meriendas el 7? ¿Sangría o cerveza en la plaza? ¿Eres de vermut con frito y vino?

El 6 almorzaremos seguramente huevos con algo más, hay que poner una buena base; el 7 después de las procesión un fritico con un rosado y cualquier día de las fiestas; y a la plaza me gusta llevar sangria, no de estas preparadas que venden, la hago yo.