FOLCLORE

La Semana Santa navarra, muy rica en actos y tradiciones

El musicólogo Alberto Magán-Ciérvide da un repaso a todo el folclore navarro alrededor de la Semana Santa, en vísperas del Viernes de Dolores

Fermín Astráin

Publicado el - Actualizado

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Un jueves más de folclore, casi inmersos en esta semana de pasión que terminará el próximo domingo, domingo de Ramos con el que abriremos las puertas a una nueva Semana Santa, a una nueva Pascua y con ello, daremos rienda suelta a días de fe, de devoción, tradición, días cargados de música, arte, cultura, gastronomía, indumentaria, costumbres y creencias que forman parte de nuestra historia e identidad. Por todo ello, porque nos sentimos identificados con lo que hoy vamos a contar, porque forma parte de nuestra historia desde siglos y lo vivimos, se considera un capítulo más de nuestro folclore. ¡Y bien rico!

Comenzamos este viernes con el Viernes de Dolores. En mucho pueblos ya tienen a su virgen dolorosa engalanada, con los septenarios celebrándose y en puertas de procesionar bien en Viernes santo o en sus respectivos traslados del Viernes de Dolores como es en Estella, en Puente la Reina, el elegantísimo y solemne traslado de la Dolorosa en Pamplona o el de Tafalla.

Quiero hace hincapié en el de Pamplona y en el de Tafalla pues quiero hablar de su parte musical. Además de acompañar las imágenes de la Virgen con cantos propios de la semana santa, algunos muy antiguos como “Reina del cielo” o “Sálvame Virgen María”, también se interpretan marchas por parte de la banda como la conocida “Mater Mea”. También hay que fijarse en los mantos de las vírgenes, bordados con hijo de oro y en las capas y ornamentos que llevan los sacerdotes. Suelen ser antiquísimas y de gran valor artístico en el mundo del arte textil. En ocasiones, este hijo de oro, se obtiene al fundir alianzas y demás joyas que han donado los fieles y con ese hilo, se bordan estos ornamentos y mantos como oración secular y permanente.

Al acabar el traslado de la Dolorosa en Pamplona sobre las 21.30h, se podrá escuchar en la Catedral en las voces del Orfeón Pamplonés el “Agur Doloretako” de Felipe Gorriti y “Caligaverunt oculus mei” de Tomás Luis de Victoria.

En Tafalla a eso de las 20h, La Coral Tafallesa y el coro de Barasoain recibirán en Santa María, a la Dolorosa con el “Estás madre Dolorosa” de Mariano García y el Magníficat de Felipe Gorriti. Y por si alguien se anima, el sábado, pasado mañana, estos dos coros, interpretarán en concierto el “Oficio de Semana Santa” a las 19.30h en la parroquia de Berbinzana. Así que todos invitados.

Seguimos con el Domingo de Ramos

Ccomenzamos con el refranero en la mano. En el valle de la Berrueza tienen un refrán que dice: El domingo de Lázaro cogimos un pájaro, el de ramos lo pelamos y el de Quasimodo lo comimos quasitodo. Un refrán relacionado con la caza y estas fechas de semana santa y Pascua, pues el domingo de Quasimodo en el segundo domingo de Pascua en el que se llevaba la comunión a los enfermos a las casas, en las conocidas como procesiones del viático. Otros refranes dicen "El que no estrena el Domingo de Ramos, no tiene pies ni manos" o "Domingo de Ramos, quien no estrena se condena… pero estrenando o no, y como bien indica el nombre y la tradición, los ramos son la verdadera tradición de este día.

Bueno, volviendo a los ramos, en algunos pueblos llevan ramos únicamente de olivo, en otros se mezclan con laurel y en otros se le añade incluso unas ramas de glaciarán como llaman en Huarte o rusco en la Valdorba. Son unas ramas de pinchos, que son de secano, suelen estar muy ocultos entre leñas donde no puede entrar las cabras porque se los comen, aunque como ahora no hay casi ganado, se encuentran con facilidad y recuerdan a las espinas y calvarios que le esperan a nuestro Señor estos días. También es costumbre llevar las palmas, algunas muy elaboradas y rizadas e incluso los más pequeños las adornan con caramelos y chocolates. La tradición manda que la palma, la tiene que reglar el padrino a su ahijado.

En todos los pueblos saldrán las procesiones este domingo, algunas muy pintorescas, con pasos o no, algunas con la burrica de verdad que acompañarán al Señor por las calles y luego palmas y ramos, se colgarán de ventanas y balcones durante el año, indicando la bendición y protección de la casa.

Este día de Domingo de Ramos, en Puente la Reina, se celebra la ceremonia de “La Vexila”. Un corta y bella celebración en la que el coro interpreta la gran obra “Vexila Regis” que significa “las banderas del rey avanzan, el misterio de la cruz luce”. Mientras el coro canta, el sacerdote con capa roja y paño de hombros levanta el lignum crucis, una reliquia de la cruz de Cristo y el abanderado de la “Vera Cruz” hace el saludo solemne bailando la bandera ante la cruz. Terminará con una procesión alrededor del claustro de la iglesia de Santiago cantando el tradicional “Victoria tú reinarás” por todos los fieles congregados.

Seguimos la semana santa. Lunes Santo, Martes Santo y Miércoles Santo, se rezarán viacrucis, algunos en verso como el conocido “Ya vengo Jesús llagado, a contemplar fervoroso, los pasos que doloroso, distéis con la cruz cargado”. Se sacarán túnicas de armarios, se prepararán los pasos en las iglesias, se cocinarán postres para estos días santos, como los buñuelos, que también los comemos por San José. Mi abuela los hace de crema, de nata y de viento (que son los que más me gustan a mí). También las típicas torrijas, que debo decir que las más ricas que he probado, eran las que me daban las clarisas de Olite cuando bajaba a tocar el órgano esos días. Y en muchas casas, se prepara buen bacalao para estos días de vigilia y sopas de ajo.

Jueves Santo, la Última Cena y el Lavado de pies

Y llega Jueves Santo, uno de los tres jueves que reluce más que el sol. Día en el que en algunos pueblos y en Pamplona mismamente, todavía podemos ver a mujeres con la tradicional mantilla española, la peineta y vestidas de negro. Para visitar iglesias o para acompañar alguna procesión, como la de las cinco llagas en Pamplona, con la cual su ayuntamiento, renueva el voto Instaurado en el año 1600 como acción de gracias por la erradicación de una epidemia de peste que el año anterior había diezmado la población.

En dicha procesión, participan la Hermandad de la Pasión y las Hermanas de la Soledad, la bandera negra y la efigie de las Cinco Llagas, el clero y la corporación municipal. Por eso, el símbolo de las cinco llagas se incorporó al reverso del escudo municipal y a las insignias de los regidores. También figuran en el envés de la medalla que lucen los corporativos en el atuendo de gala con el que les vemos vestidos al desfilar en cuerpo de ciudad.

También este día de Jueves Santo, se celebra “la rompida” de la hora en Tudela. Marcando las campanas de la catedral las 12h, unos 200 tambores y bombos reunidos en la plaza vieja, tocarán al unísono, simbolizando y recreando el estruendo que se escuchó en la tierra cuando murió Cristo en la cruz. Podemos ver como en muchas procesiones y actos de nuestra semana santa, los tambores y bombos cobran gran protagonismo.

También este día, se montan en las iglesias los tradicionales monumentos, donde se reservará el santísimo para poder comulgar en viernes santo y rendirle adoración. En muchos de estos monumentos podremos ver grandes piezas artísticas. Sagrarios, arquetas, jarrones y jarras, candelabros, alfombras, tapices y demás piezas de orfebrería como copones, bandejas y demás ornamentos. Imponentes suelen ser los de la Catedral de Pamplona, San Lorenzo, San Nicolás o San Saturnino. Igualmente en los pueblos se montan unos monumentos preciosos llenos de flores y bien de velas, de donde viene el refrán “más mierda que cera bendita” y esa noche de Jueves Santo, se irá a visitar monumentos a las iglesias como manda la tradición.

En algunas localidades se montaba un monumento de varios metros de altura y que ocupaba una capilla, compuesto por paneles y lienzos formando arcos que daban profundidad a una especie de templo efímero, con escenas y personajes bíblicos que albergaría el sagrario para ser velado y no quedase el santísimo solo ni un segundo, en la noche de jueves santo y hasta los oficios del Viernes Santo. La gente arrodillada en él, entonaba el tradicional “Tantum ergo” igual que hoy en día. Tristemente, creo que en Navarra ya se han perdido en todos los sitios estos monumentos, aunque debo decir, que el que se montaba en Tafalla, se conserva completo y en buen estado. Es espectacular e imponente, además de una obra de arte sin precio. Espero que algún párroco valiente, se anime a volver a montarlo, porque es una joya, un patrimonio incalculable y un privilegio conservarlo.

Viernes Santo, la crucifixión

Seguimos con el Viernes santo. Día cargadísimo de actos y procesiones en toda Navarra. Muchas localidades amanecerán con el canto de los Auroros, que cantarán a la soledad de María o a Cristo crucificado esas auroras seculares que ponen la piel de gallina. Este día, las auroras no comienzan con el toque de la campanilla como de costumbre, pues muerto nuestro señor, no sonarán éstas ni en los campanarios, hasta el canto del gloria en la Vigilia Pascual. En su vez, se tocan unas carracas como hemos escuchado ahora mismo, paletas o tablillas de madera. Hay que mencionar la procesión de las carracas en Los Arcos y la carraca de la catedral de Pamplona, instrumento de gran tamaño compuesto por una rueda dentada giratoria y martillos de madera, que con su estruendo, toca para llamar a los fieles a los oficios del Viernes Santo y sábado santo como el viacrucis o la función de las siete palabras.

Andosilla celebra la pasión viviente desde el año 1991 y en casi todos los pueblos y ciudades de Navarra, la tarde del Viernes Santo se celebrará la procesión del Santo Entierro. Estas procesiones, están formadas por un conjunto espectacular de pasos que en ocasiones, son de gran valor artístico y cuyas imágenes nacieron de las gubias de grandes imagineros.

La dolorosa de Pamplona obra de Rosendo Novas. El Cristo de la columna de Cascante realizado en 1645 por Francisco Gurrea. El Cristo del Miserere de Tafalla, obra de Juan de Ancheta en 1581, El Cristo atado a la columna de Corella de Gregorio Fernández en 1576, el Cristo de la Cruz a cuestas de Peralta de Juan de Biniés en 1619, el sepulcro de Milagro, obra de Pedro Antonio de Rada en 1760 y así un sinfín de obras y patrimonio que procesionando por las bellas calles de los municipios, los balcones engalanados con colgaduras y sábanas blancas, pendones y estandartes, las velas y cirios, el olor a incienso y el silencio que suele reinar en estas procesiones, únicamente roro por la banda de música o el redoblar de tambores, forman un devoto ambiente sobrecogedor y de indescriptible belleza.

Sin desmerecer ninguna procesión, quiero hacer hincapié en la de Corella, que en 1967 fue declarada “procesión de interés turístico nacional” por ser uno de los cincuenta desfiles procesionales más característicos y originales de España. En este desfile, de marcado carácter barroco, además de los pasos, diversos personajes de la Biblia vuelven a la vida durante unas horas encarnados por vecinos corellanos. Jacob, Isaac, San José, Judith, Ruth, Salomón, los apóstoles, etc. Quiero nombrar también la procesión de Estella, recuperada hace unos años y que trabaja cada día por devolverle el esplendor que tuvo y realmente lo han conseguido. Y no solo es particular esta procesión por su belleza, sino porque es el único lugar del mundo donde el “Ayre” se puede ver. Y es más, se puede comprar.

Y esto es por lo siguiente. Entre los ornamentos de esta procesión, son portados cuatro estandartes que representan a El Ayre, el Fuego, el Hagua y la Tierra, que juntos, forman "los cuatro elementos". Antiguamente también tenían del sol y la luna y las 4 partes del globo terráqueo que se conocían al fundar la procesión de Estella.

Y decía que se vende el “Ayre”, porque coincidiendo con la procesión se pone a la venta un bote de "Ayre de Estella". En cada uno de los botes, a una breve reseña del ayre estellés se acompaña la fotografía y descripción de un paso y por el módico precio de un euro, te llevas enlatado "este fluido invisible del que están hechos los suspiros". Y así de paso, colaboras con los gastos de mantenimiento de los pasos y la procesión.

Curiosos son también los alabarderos que acompañan la procesión en Olite. Éstos además, custodian el monumento en Jueves santo con sus elegantes, pintorescas y coloridas vestimentas que se transmiten, si es posible dentro de la misma familia de generación en generación.

También debemos hablar de los dormidos de Villafranca. Seis hombres encarnan a seis soldados romanos aunque realmente el único atributo que nos los asemeja a los romanos son los cascos y las lanzas que portan, pues van vestidos de traje, corbata y unas bandas moradas que cruzan por el pecho. Cubren su rostro con un velo negro y custodian el cuerpo yacente de Cristo en el sepulcro. En un momento dado, caen dormidos al suelo y tres vecinos de Villafranca, roban el cuerpo del señor para llevarlo a la procesión.

También impresiona la función del descendimiento en Los Arcos. Tras los oficios, miembros de la cofradía de la Vera Cruz, son los encargados de desclavar y descender con cuidado y mimo, el imponente Cristo de tamaño natural que preside ese día el altar. Con sus elegantes hábitos y escaleras y en el marco incomparable que es la parroquia de Santa María, descenderán de la cruz al señor para depositarlo en un arca acristalada y poder llevarlo en procesión a hombros por las calles arqueñas.

También la procesión de Peralta es digna de ver, junto con la de Pamplona, Tudela, Tafalla y otras curiosas populares y pintorescas como la de San Martín de Unx, Sangüesa o Viana. Igualmente las de muchos otros pueblos que preparan todo de forma excelente pero que no podemos nombrarlos a todos.

Y Pasado el viernes santo, llegamos al sábado. Una jornada un poco más calmada de actos y más de reflexión, pero que en Navarra, tiene sus cosicas.

Sábado Santo

En Tudela, se celebra la quema del "Volatín" que se repite cada mañana de Sábado Santo, y en la que un muñeco que encarna a Judas Iscariote queda despedazado al rotar sobre sí mismo por la velocidad que le imprime un petardo que arde en su boca.

Declarada Fiesta de Interés Turístico, emula la muerte de Judas Iscariote y sus orígenes, se remontan al siglo XV. Se celebra en la Plaza de los Fueros, en la Casa del reloj, de cuyo balcón sobresale un artilugio donde se coloca el muñeco de madera, con sus miembros articulados, vestido burlescamente y con un petardo en la boca. Prendida la mecha, la fuerza del petardo obliga al Volatín a dar vueltas sobre el eje de manera imparable, hasta que sus ropas caen en jirones entre el gentío que asiste a la cita en la plaza, donde también se reparte una lluvia de caramelos y balones que lanza la Orden del Volatín, organizadora del evento.

Y al contrario de aquello que dice “De Pascuas a Ramos”, nosotros hemos llegado “de Ramos a Pascuas”.

Con las Aleluyas de Andosilla que acabamos de escuchar, que es el Regina Coeli del compositor navarro y natural de Aoíz Mariano García, también las Aleluyas de San Adrián o las Auroras de Pascua de muchos pueblos, se anuncia a todo el orbe navarro desde bien temprano el domingo de Pascua, que Cristo ha resucitado.

Día de luz, de música, de corbata, vermú y buena comida y de voltear las campanas garbanceras, pues es el día más grande para los cristianos y el colofón a la Semana Santa.

Cabanillas aprovecha la jornada festiva para dar captura al Judas. A mediodía, tras la Procesión del Encuentro en la que una niña vestida de ángel comunica a la Virgen la buena nueva, tiene lugar la “Captura de Judas”. Dicho evento se repite en otras localidades, pero Cabanillas le da un toque singular. Los personajes son reales. Desde el siglo XIX, los jóvenes de la localidad se disfrazan dando vida a los romanos y persiguen a Judas para ajusticiarle. Este último, con un traje rojo y plateado y una malla en la cabeza, corre, se esconde entre la muchedumbre que le increpa, entra en algunas casas en las que roba comida y llega incluso a saltar desde algún balcón. Una frenética carrera que discurre ante la expectante mirada de los allí congregados. En aproximadamente quince minutos, los romanos alcanzan a Judas, y lo decapitan como justo castigo al traidor.

Procesiones del encuentro se celebran en muchos pueblos como Los Arcos, Andosilla, San Adrián, Puente La Reina… en la que la Virgen se encuentra con Jesús sacramentado que procesiona en la custodia bajo palio, que sale al encuentro de su madre para juntos volver a la iglesia a celebrar la misa de Pascua.

Pero sin duda, el acto más entrañable por excelencia de este domingo de resurrección se celebra en la plaza de los fueros de Tudela. Hablamos de “la bajada del ángel”.

En esta fiesta de interés turístico nacional, se representa la aparición del Ángel San Gabriel a María para anunciarle la resurrección de Jesús. La ceremonia tal cual la conocemos data del año 1663. A las 9 de la mañana, comienza la procesión desde la Catedral con el Santísimo y la Virgen del Ángel. Alcanza la Plaza Nueva donde el Santísimo espera junto a las autoridades Catedralicias y el Ayuntamiento. La imagen de la Santísima Virgen cuyo rostro cubre un velo negro, rodea la plaza y se coloca bajo la torre del reloj. En dicha torre está instalado un templete, que en sus lienzos, vemos la representación del cielo, de donde descenderá el ángel hacia el edificio de en frente. Para ello se articulan artilugios que, junto con dos cuerdas, permitirá el movimiento del Ángel.

Llegado el momento de la apertura de las puertas del cielo suena la “Marcha Real” interpretada por la banda y se abre el templete permitiendo el avance del Ángel que desciende por las cuerdas santiguándose tres veces y repartiendo aleluyas. Cuando llega hasta la Virgen, se para, se santigua de nuevo tres veces y grita ante una plaza abarrotada y en completo silencio: “Alégrate María porque tu Hijo ha resucitado”. Despoja a la virgen de su velo negro y se lo echa a la espalda anunciando la resurrección al mundo. La plaza entera aplaude mientras el Ángel realiza el camino contrario hacia el templete. Tras ello se reanuda la procesión con el santísimo, la Virgen vestida de azul y con el Ángel hasta la Catedral, donde termina con la misa solemne del Domingo de Resurrección y además, el niño que encarna al ángel hará la primera comunión.

Y terminando este día festivo, aunque hablaremos de ellos más detenidamente otro día, no podemos dejar de nombrar a los “Volantes de Valcarlos”, que como cada Domingo de Resurrección, tradición y cultura popular se dan la mano en la celebración del Día de los Bolantes. Los dantazaris saldrán a las calles de Valcarlos para recuperar algunas de las danzas más llamativas y ancestrales de Navarra, como los tradicionales “jauziak”, que simboliza la manera de sentir la música y la danza de un pueblo. Sin duda, bailes alegres y vistosos que junto al colorido de sus trajes con cintas de colores, están a la altura del día.

Cuando me ponen las velas para soplar en el cumpleaños, a veces pido poder estar en varios sirios a la vez (alguno dirá que casi lo consigo), porque mira que tenemos cosas preciosas en Navarra y casi todas son a la vez, por lo que hay que elegir y me da una pena no poder ver todas estas maravillas que tenemos en navarra que ojalá pudiera ser capaz de multiplicarme, porque no soy capaz de elegir. Estoy enamorado de nuestra tierra y de nuestras cosas. Así que una vez más desde aquí, gracias a tantas y tantas personas que hacen posible mantener vivas todas estas tradiciones únicas e incomparables que no las debemos perder y que además todas ellas, engrosan sin duda nuestro rico folclore navarro.

¡Feliz Semana Santa y feliz Pascua!

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