DEPORTES

¿Habrá final de Liga? Si no lo hay, ¿qué sucederá?

Si no se juegan los partidos que restan con cualquiera de las soluciones que se han puesto encima de la mesa habrá serios perjudicados

OSASUNA

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Esta pandemia del coronavirus que deja ya más de 120.000 muertos oficialmente, que está provocando situaciones dramáticas en cientos de miles de familias, que se ha llevado por delante nuestra certidumbre, nuestro modo de vida presente y seguramente parte de nuestro futuro, también afecta a ámbitos de la vida mucho más insignificantes. Insignificantes ahora, porque hace apenas mes y medio parecían verdaderamente relevantes. Una de ellas, es el fútbol.

Toda vez que la tendencia de contagios parece confirmar ese ansiado descenso, que ya parece que se quedan atrás los días en que España sufría casi 1.000 fallecidos diarios, los españoles (también los europeos) empiezan a pensar en intentar volver a la normalidad. Una normalidad que no volverá a ser la de antes, seguramente. ¿Volverá el fútbol ahora que se están rebajando las medidas de confinamiento? ¿Cuándo lo hará? Si no ocurre, ¿qué solución se va a dar a los posibles campeones, descensos, ascensos, clasificados para Europa y demás. Un tema absolutamente intrascendente para muchos, pero que empieza a estar ya en la cabeza de otros muchos.

Pues bien, las alternativas que se plantean se prevén conflictivas. La más deseable para todos es que la competición se pueda reanudar con toda tranquilidad, eso supondrá que se ha superado (que no vencido) este maldito virus. Pero este escenario es excesivamente improbable y optimista. Aún así, según la evolución de nuevos contagios y muertos, de nuevos repuntes y demás, podría ser una opción (siempre a puerta cerrada). ¿Por qué no? Al parecer, AFE (el sindicato mayoritario de futbolistas) y LFP (la Liga) han llegado a un acuerdo para jugar cada 72 horas, de modo que se disputaran los 11 partidos de liga que restan en Primera y Segunda antes del 30 de junio. Eso significaría que a finales de mayo se retomaría la competición, aunque dos o tres semanas antes deberían comenzar a entrenar los equipos para realizar una minipretemporada después de un parón de casi dos meses.

Obviamente, esta solución sería la menos mala, aunque la acumulación de partidos podría perjudicar seriamente a aquellos clubes cuya plantilla sea más corta. También habría que analizar qué sucedería con las competiciones europeas, que ese sería otro problema añadido para los más poderosos. Lo que se antoja improbable es que la competición se vaya a disputar entre julio y agosto. Aunque algunas voces de FIFA ya hayan dicho que no habría problema en prorrogar los contratos de los futbolistas, lo cierto es que, según fuentes consultadas por COPE Navarra, este punto tendría muchas dificultades legales. Y es que el contrato de un futbolista no es un contrato laboral al uso. Si no se soluciona este apartado, algunos equipos podrían incluso no disponer de los efectivos suficientes para disputar un partido de liga más allá del 30 de junio. Jugar en julio y agosto quedaba prácticamente descartado para alguno de los cuestionados por este tema.

Si no se juegan los once partidos que restan, ¿cómo queda la clasificación?

Obviamente, esta gravísima y excepcional situación que está tocando vivir en pleno siglo XXI acarrea una disyuntiva sin parangón y sin precedente. No hay ninguna normativa dispuesta en ningún reglamento del fútbol español que prevea una solución para lo que se enfrenta el fútbol en estos momentos.

Hay tres propuestas encima de la mesa. Ninguna de las tres es del todo justa. Las tres van a causar graves perjudicados e importantes protestas de clubes y aficionados. Pero es que no hay una salida justa para todo esto. Podría tomarse como referencia la clasificación tal y como está ahora, acabar la liga en la jornada 27 en Primera y en la 31 en Segunda, tomando los ascensos, descensos, campeones y demás de la actual tabla clasificatoria. Es decir, se da por terminada en estos momentos la liga y la clasificación que vale es la que actualmente impera. Esto no sería del agrado de muchos equipos, que reclamarían que se les quita once oportunidades de enmendar la plana. Más aún, por ejemplo, equipos como el Espanyol, que ha realizado una fuerte inversión en el mercado invernal para absolutamente nada.

La segunda propuesta es la de dar por finalizada la liga en el ecuador de la temporada, cuando todos los equipos han jugado una vez entre sí. Se anularían los resultados de los encuentros disputados en la segunda vuelta. Tampoco parece una solución equitativa para todos, puesto que hay conjuntos que en este inicio de segunda vuelta se han “puesto las pilas” y otros que no han conseguido sumar todo lo deseable. Muchos son también los detractores de esta posible salida del conflicto.

Por último, la apuesta de la mayoría de las fuentes consultadas por este medio, es la de no dar por válida esta temporada. Algo que satisfaría a muchos, pero que no gustaría sobre todo a los equipos de Segunda que se encuentran en ascenso directo, o a equipos como Sevilla, Getafe y Real Sociedad, que ahora mismo se clasificarían para disputar la Champions.

Estos tres escenarios posibles, siempre y cuando las competiciones domésticas no puedan retomarse, parecen bastante conflictivas, bastante injustas para demasiados equipos. Pero la coyuntura en la que está envuelta el mundo era del todo imprevisible y no hay ni precedentes ni reglamentación al respecto.

Algunos quieren pensar en una cuarta solución, pero da la sensación de que esa ni siquiera está encima de la mesa de Tebas y Rubiales, la de premiar a los ascensos. Es decir, dejar una Primera División de 22 equipos. Prácticamente imposible que esta opción la acepte la Liga. Por cierto, habrá acuerdo entre Tebas y Rubiales (Liga y RFEF) no lo duden, se juegan mucho, aunque la escenificación (sobre todo por parte del presidente de la RFEF) sea la de enfrentarse radicalmente a Tebas.

Fútbol no profesional.

Para las fuentes preguntadas por Cope, la solución más probable en todo el fútbol aficionado es la de no dar por válida la temporada. Algo que causaría menos problemas (sobre todo económicos) al fútbol español. La pregunta es qué se hace con la Segunda B, que depende de la RFEF pero que no termina de ser fútbol aficionado, aunque tampoco es profesional 100%. Si la competición se diera por nula, sin duda sería una gran noticia para Izarra y Tudelano, que esta campaña estaban pasando serios apuros para mantener la categoría.

Sin embargo, en la tarde de ayer, la RFEF publicó en su web un comunicado que puede dar alguna respuesta en torno a parte del fútbol no profesional. La Federación Española ha propuesto a las territoriales un “mecanismo express de ascensos mediante un sistema de Play Off a partido único”, de tal forma que se garantice “el mismo número de ascensos que estaba previsto en el inicio de la competición”. Estas actuaciones se llevarían a cabo “en Segunda B, Tercera, en las competiciones de ámbito estatal del fútbol femenino y fútbol sala así como en todas las competiciones estatales de la categoría juvenil”, según el comunicado de la propia RFEF.

Esta solución no sería, en principio, la que se tomara para el resto de categorías inferiores. La RFEF anunció que “se abre el debate a sobre cual es el modelo idóneo para la finalización de las competiciones partiendo de una premisa que está por encima de las competiciones como son los estudios de los futbolistas y su salud y la de sus familiares”.

No obstante, estas medidas propuestas por la RFEF se plantearán en la Comisión de Presidentes Territoriales la próxima semana. De esa reunión podría salir alguna decisión clara sobre dichas categorías nacionales.

Comunicado RFEF - https://www.rfef.es/noticias/rfef-abordara-territoriales-modelo-express-finalizar-competiciones-no-profesionales