La UPNA trabaja en el proyecto CUMACA para mejorar las secuelas del cáncer de mama

El año pasado se diagnosticaron 4.224 nuevos casos de cáncer, un 3% más que el año anterior. En cuanto a los casos de cáncer de mama, en Navarra aumentaron en 452 casos. La mayoría de las pacientes son mujeres. Unas mujeres que además de padecer la enfermedad también ven cómo aumentan las listas de espera para las revisiones.

A Pilar Muñoz le detectaron el cáncer en 2019. Asegura que las distintas revisiones se le van acumulando. “En agosto tenía que haberme visto en oncología y resulta que llevo más de seis meses de retraso. Más los anteriores meses que han sido otros seis”, indicaba.

En Navarra se diagnosticaron 4.224 nuevos casos de cáncer. Enlace.

Tras padecer la enfermedad y sufrir las listas de espera, aquellas que sobreviven, afortunadamente el cáncer de mama es uno de los que más supervivencia tiene, estas mujeres se enfrentan a secuelas. En ocasiones, importantes.

Por eso, la UPNA hace un nuevo llamamiento para animar a voluntarias a participar en el proyecto CUMACA, que busca mejorar la calidad de vida en mujeres con larga supervivencia de cáncer de mama con unos consejos para mejorar los efectos del cáncer y sus tratamientos en una app móvil. Destinado a mujeres que hayan superado el cáncer de mama hace cinco años.

Este estudio ha arrancado con la participación de 145 mujeres supervivientes de Navarra, pero se necesita alcanzar la cifra de 200.

Por los micrófonos de Cope Navarra ha pasado Nely Soto, docente e investigadora del Departamento de Ciencias de la Salud de la UPNA. Este proyecto arrancó hace dos años con la identificación de las secuelas. Posteriormente, se buscaron las recomendaciones más adecuadas para estas pacientes. “Hicimos una revisión de la literatura a nivel internacional y con eso bueno hemos configurado el contenido”. Estas recomendaciones se han plasmado en una aplicación móvil.

¿En qué consiste? Se trata de “recoger datos personales y de calidad de vida” en las distintas participantes. Se realizan varias mediciones: al principio del estudio, a los tres meses, a los seis y a los nueve meses. El objetivo “es ver realmente cómo ha influido la utilización de la aplicación en la calidad de vida y en el manejo de las secuelas”.

Para ello se hace una asignación aleatoria a dos grupos: “Un grupo de mujeres utilizará la aplicación y el otro nos servirá de control de comparación para poder ver diferencias entre un grupo y otro”.