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Piden dos años de cárcel a una conductora que sufrió una hipoglucemia y causó un accidente en Navarra

ANADI Asociación Navarra de Diabetes señala que buscan comparar ir al volante ebrio con tener una enfermedad normalizada

Javier Pérez-Nievas

Tudela - Publicado el - Actualizado

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ANADI afirma en un comunicado que actualmente se puede llevar una vida normalizada teniendo diabetes y destaca que "la formación sobre la enfermedad y el control periódico de la misma permiten que cualquier ciudadano habilitado para ello pueda conducir".

En este sentido, Juantxo Remón, presidente de la Asociación, informa de que las personas con diabetes renuevan el carnet de conducir cada cinco años y están obligadas a declarar la enfermedad en las revisiones médicas, ya que se precisa de un informe médico favorable en caso de que la persona siga un tratamiento.

A esto añade que sólo en casos excepcionales los síntomas de una hipoglucemia suficientemente importante pueden sobrevenir tan rápido que pueden hacer perder el control del vehículo y exponer a situaciones de riesgo.

Por ello, agrega, "que en el juicio la defensa acuse a la persona con diabetes de imprudencia grave por ponerse al volante teniendo esta enfermedad es poner en el mismo nivel una enfermedad no elegida pero controlable como la diabetes con un hecho voluntario y de riesgo como es ir ebrio al volante", lo que supone "estigmatizar la enfermedad" y "lanzar una imagen negativa de las personas que la padecen".

Asimismo, indican desde la Asociación que este tipo de mensajes "ponen en tela de juicio a la jefatura de tráfico por haber otorgado el permiso a esta persona tras haber superado las pruebas correspondientes".

La Asociación destaca "el enfado y la indignación" que está provocando este tipo de mensajes en las personas asociadas y espera que en el juicio no se juzgue a la persona por haber cometido ninguna imprudencia por el hecho de padecer diabetes.

El Ministerio Fiscal solicita la absolución al alegar que la acusada sufrió una hipoglucemia que mermó sus facultades, mientras que la acusación particular que representa a la usuaria de otro vehículo que resultó herida grave reclama una pena de dos años de cárcel por un delito de conducción temeraria y un año de cárcel por un delito de lesiones por imprudencia grave.