CARTAS

Conecta2 une a personas mayores y niños con daño cerebral adquirido por carta: “Sentir el cariño”

Conecta2, de Hiru Hamabi y la Asociación de jubilados de San Jorge, ha unido a través de correo postal a 12 mayores y 12 menores con daño cerebral adquirido

Fermín Astráin

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“Si tuvieras un deseo… ¿en qué lo gastarías?” Así arrancaba una de las cartas que enviaba Asier, de 9 años y miembro de Hiru Hamabi (Asociación de daño cerebral adquirido en menores) a su “abuelo postal” de la Asociación de jubilados y pensionistas de San Jorge. 

¿Por qué abuelo postal? Porque desde Hiru Amabi y la Asociación de jubilados y pensionistas de San Jorge han llevado una iniciativa que ha conseguido unir a 12 menores con daño cerebral adquirido y a 12 jubilados. La iniciativa constaba en enviarse correspondencia (cartas, aunque hoy en día estén totalmente apartadas) durante un año. Una iniciativa, sin duda, muy emotiva para todos los participantes y familiares. Esta iniciativa está enmarcada dentro del programa de encuentros intergeneracionales CONECTA2, que recoge una exposición en Civivox San Jorge durante dos semanas con motivo de la celebración este mes del Día mundial de la persona mayor (1 de octubre) y del Día mundial del daño cerebral adquirido (26 octobre).

Hablamos con Edurne Otero, madre de una menor participante en la iniciativa y presidenta de la asociación Hiru Amabi e Isabel, vicepresidenta de la Asociación de jubilados de San Jorge y también participante en esta iniciativa.

Esta iniciativa surgió después de que estas dos asociaciones ya colaboraran entre ellas realizando galletas. Uno de los chicos de Hiru Amabi tiene un abuelo en la Asociación de jubilados de San Jorge y la conversación salió de los abuelos. Los comentaron a las trabajadoras sociales y surgió esa idea de hacer galletas. Y de esa actividad, nació esta otra iniciativa. “A raíz de esas galletas surgió otra idea: ¿Si escribimos cartas? Es algo que ya no saben nuestros pequeños”, aseguraba Edurne Otero, presidenta de la asociación Hiru Amabi y madre de una chica participante en la iniciativa.

Además, en junio han realizado otra actividad conjunta. “Al final de curso hicimos otra actividad en donde los mayores nos ayudaron muchísimo. Los chiquillos hicieron joyas: llaveros, pulseras, colgantes... También fue un momento para conocerse con sus 'abuelos de correspondencia postal'”, indicaba Edurne.

Isabel relata su experiencia como “muy emocionante” y seguro que seguirá escribiendo a Martín, niño de la asociación Hiru Amabi. “Es muy emocionante eso de recibir las cartas. Yo me escribo con Martín. Están llenas de cariño y ternura. Le dije que somos abuela y nieto, y él lo ha reconocido también”. Isabel reconoce que es “increíble los lazos fuertes” que se llegan a hacer entre dos personas de generaciones distintas y totalmente desconocidas. “Ver esa ilusión en los ojos de los niños, sentir el cariño que me transmite... es precioso”.