ECONOMÍA

El consejo de un economista para ser feliz en la jubilación: “Hay que hacerlo cuanto antes"

El profesor de Economía Álvaro Bañón recomienda que hay que ser honesto con uno mismo

Fermín Astráin

Pamplona - Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

El ahorro para la jubilación es un pilar fundamental para garantizar la seguridad financiera en una etapa de la vida en la que los ingresos habituales, derivados del trabajo, cesan. Este período, que puede prolongarse durante décadas, requiere una planificación previa para mantener el nivel de vida deseado y cubrir gastos esenciales, desde vivienda y alimentación hasta posibles necesidades médicas o de cuidado. 

Sin una estrategia de ahorro adecuada, se corre el riesgo de depender exclusivamente de pensiones públicas o familiares, lo que podría limitar significativamente la calidad de vida. “Hay que sentarse y ser muy sincero con uno mismo. El día que me jubile, qué gastos voy a tener y qué ingresos voy a tener. A partir de aquí, tendré que ver si quiero completar la pensión y cuánto necesitaré. Ahí veré cuánto tengo que ahorrar y en qué”, indica Álvaro Bañón, profesor de Economía de la UPNA y de la UNAV y miembro de Institución Futuro.

La previsión se vuelve aún más crucial en un contexto de envejecimiento poblacional y cambios en los sistemas de pensiones. En España, las pensiones públicas se enfrentan a desafíos de sostenibilidad debido al aumento en la esperanza de vida y la disminución de nacimientos. Esto implica que las generaciones actuales deben asumir una mayor responsabilidad individual para construir un fondo complementario que cubra la brecha entre lo que ofrece el sistema y lo que realmente necesitan. Cuanto antes se comience a ahorrar, mayor será el impacto del interés compuesto, una herramienta poderosa que permite que los ahorros crezcan con el tiempo. “Hay que hacerlo cuanto antes. Que no nos pille desprevenido. Tenemos que trabajar sobre las cosas que podemos prever”.

Además, ahorrar para la jubilación no solo asegura estabilidad financiera, sino que también proporciona tranquilidad emocional. Saber que se cuenta con un respaldo económico para enfrentar imprevistos o disfrutar de actividades personales y familiares en esta etapa brinda una sensación de control y libertad. Esto permite envejecer con dignidad y sin preocupaciones constantes sobre el dinero, fomentando una mejor calidad de vida.

Por último, crear hábitos de ahorro a lo largo de la vida implica establecer prioridades y tomar decisiones financieras conscientes. Ajustar el presupuesto mensual, invertir sabiamente y revisar periódicamente los objetivos son acciones clave para construir un futuro sólido. Cada pequeño aporte realizado hoy puede marcar una gran diferencia en el mañana. La jubilación, lejos de ser un punto final, puede convertirse en una oportunidad para vivir plenamente, y el ahorro es la herramienta que lo hace posible.

Distintas formas de ahorrar

Además del sistemas públicos de pensiones, existen distintas formas de ahorrar para la jubilación

      
             
      

  1. Planes de pensiones privados: Son herramientas gestionadas por entidades financieras donde los trabajadores pueden realizar aportaciones periódicas. Estos planes suelen ofrecer ventajas fiscales (menos que las de hace unos años) y permiten elegir entre diferentes niveles de riesgo y rentabilidad según el perfil del ahorrador.
  2. Ahorro personal e inversiones: Incluyen cuentas de ahorro, depósitos a plazo fijo, seguros de vida con componente de ahorro e inversiones en activos como fondos, acciones o bienes raíces. Estos métodos son más flexibles y permiten mayor control, pero requieren conocimientos financieros para maximizar su rentabilidad y evitar riesgos excesivos.

Álvaro Bañón aconseja rescatar de una vez el plan de pensiones, si es lo que hay contratado. “El plan de pensiones, dependiendo de cómo se rescate, tengo que pagar más o menos”.

Por otro lado, el Plan de Previsión Asegurado (PPA) son seguros de vida, tienen la seguridad del seguro de vida. “Es como un plan de pensiones, pero tienen un tipo de interés garantizado”. Álvaro Bañón lo aconseja para gente cuya jubilación está más próxima. “El rescate es el mismo” que un plan de pensiones.

      
             
      

Y, por último, “los famosos PIAS son seguros de vida”. Se recibe una renta vitalicia asegurada, “que se tributa”.