INTELIGENCIA ARTIFICIAL

La duda que surge a la hora de regular la Inteligencia Artificial: "¿La ética de quién?"

José Francisco Alenza, catedrático de Derecho Administrativo de la UPNA indica los retos a los que nos enfrentamos ante las nuevas tecnologías

Fermín Astráin

Publicado el

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La próxima semana tendrá lugar con congreso en la UPNA en el que se hablará de la biometría y los derechos de la ciudadanía ante las "nuevas" tecnologías que manejan datos como la IA o el reconocimiento facial. En él, va a estar, entre otros, el expresidente de la Agencia Española de Protección de Datos.

Sobre los derechos de la ciudadanía ante estas nuevas tecnologías, sobre los retos a los que se enfrenta el derecho ante tantos avances tecnológicos, ha hablado José Francisco Alenza, catedrático de Derecho Administrativo en la UPNA, en los micrófonos de Cope Navarra.

La tecnología está avanzando muy rápido y nos ofrece unas aplicaciones muy novedosas, auténticamente revolucionarias. Aportan muchas “ventajas, comodidad y seguridad”. Sin embargo, también aporta riesgos. “Probablemente, van cambiando ya el mundo y la sociedad tal y como la conocemos”. Esta ingente cantidad de datos que maneja la nueva tecnología conlleva unos riesgos notables. Por eso, el derecho trata de buscar un equilibrio entre riesgos y beneficios de la tecnología y ente derechos y potestades de los poderes públicos.

La dificultad está en que hay que hablamos de una tecnología en permanente innovación y desarrollo que plantea dilemas y problemas para los que el derecho no tiene unas respuestas específicas. “Hay que valorar si el derecho ya establecido nos sirve y establece algunos límites, en algunos casos sí. Y en otros casos, habrá que crear. Estamos en ese proceso, nuevo derecho, un nuevo marco normativo para hacer frente a ello”.

Sin embargo, hay diferentes posturas al respecto. Hay quienes entienden que es necesario un marco ético, aunque Alenza, como jurista, se ha mostrado algo escéptico. “Nos deja un poco indiferente. ¿La ética de quién? La de Meta, la de Facebook, la de Elon Musk... El derecho tiene la ventaja de tener ese carácter coactivo y de que suele ser reflejo del consenso de la Sociedad ante un determinado problema”.

La Unión Europea ya ha aprobado una ley con carácter general que aborda la Inteligencia Artificial. Se aprobó en julio de este año y tiene una aplicación progresiva en el tiempo. “Estamos analizando todas las facetas de ese reglamento que, a su vez, tiene que encajar con el marco ya vigente, por ejemplo, de protección de datos personales”. Esta norma prevé futuras adaptaciones y modificaciones a “medida que vayan desarrollándose y también desvelándose algunos de esos desarrollos tecnológicos”.

      
             
      

Por eso, este trabajo de la norma, este trabajo del derecho, tiene que ser rápido, ágil y constante. Y es que esta tecnología avanza a una velocidad de vértigo. “Habrá que ver cómo se interpreta la norma y habrá que tener una cierta flexibilidad para poder ir incorporando a la norma esos avances tecnológicos”.

¿Se puede poner puertas al campo?

José Francisco Alenza indica que sí se puede hacer frente a este fenómeno mundial y novedoso, aunque indica que es un gran reto de la Unión Europea y del mundo en general. Sin duda. Las empresas, de hecho, ya tienen sus propias regulaciones y sus propios códigos éticos. “Esta norma es muy mejorable, probablemente, y todavía es muy general. En buena medida se estructura en a base principios y conceptos más generales, en lugar de normas muy concretas. Pero está marcando un camino y, sobre todo, está llamando la atención sobre esa necesidad de una regulación pública para tratar de atajar esos riesgos”.