Un economista alerta: "Para cuando nos demos cuenta de que Navarra no aprovecha su potencial fiscal puede ser tarde"

¿Para qué sirven los impuestos? Para financiar el gasto público, sanidad, educación y por ejemplo el funcionariado, infraestructuras, etc. Por eso son necesarios, pero es cierto que pueden ser más favorables o menos para la sociedad.

Es el eterno dilema, que es mejor ¿el dinero recaudado por el estado o el dinero en manos de las personas y empresas para que aumente la inversión? Y es que normalmente subida de impuesto es subida de precios y, por lo tanto, se retrae el gasto.

Y en este panorama las empresas necesitan seguir siendo competitivas y buscar donde son mejores o más competitivos que los demás. Por ejemplo, Navarra fue pionera en renovables o competitividad fiscal, cosa que ya no es. Ahora cuesta más producir en Navarra que en otros sitios, por eso la fuga de empresas y la deslocalización.

El economista Álvaro Bañón afirma en Cope Navarra que es normal que se vayan, "siempre hay ciclos, pero hay que buscar también como atraer, por ejemplo, a los profesionales. Ahora mismo los expulsamos, aquí en Navarra pagan más impuestos, más IRPF, impuesto de sucesión... pues prefiero elegir otro sitio”, afirma. “Sin contar que para que un trabajador cobre 2000 euros a la empresa le va a costar 3000”, añade.

Y esto hace mucho daño, “se ha acribillado al empresario y hoy ya nadie quiere serlo”, “podemos recordar el impuesto al lujo que por ejemplo grababa a la gasolina diesel”, cuenta Bañón.