HORARIO

El pediatra Raimon Pelach advierte ante el cambio de hora: "Los menores se adaptan mejor a los cambios"

Este sábado se atrasará la hora y pasaremos al horario de invierno hasta finales de marzo

Fermín Astráin

Pamplona - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

      
      
             
      

Este fin de semana tendrá lugar el cambio de hora, a las 3 de la mañana de la noche del sábado al domingo, habrá que atrasar el reloj una hora. Afortunadamente, los dispositivos digitales ya lo hacen por nosotros de forma automática. 

Esta es una medida que busca aprovechar mejor la luz natural y reducir el consumo energético. Sin embargo, el ajuste en los relojes no solo implica mover las manecillas: también impacta en nuestros ritmos biológicos, afectando el sueño, el rendimiento y el estado de ánimo. Aunque el debate sobre su eficacia y necesidad sigue abierto, muchos se preparan para los efectos de esta transición y buscan estrategias para adaptarse mejor.

Raimon Pelach, de la Asociación Navarra de Pediatría, da una serie de consejos para intentar que este cambio no influya mucho en los más pequeños. Aunque advierte: los más pequeños se adaptan mejor. “Yo creo que los mayores les cuesta más adaptarse. Los pequeños se adaptan mucho más rápido, aunque pensemos lo contrario. La adaptación a cosas que hay que adaptarse por narices, pues es más fácil que se adapten los más pequeños”. En cualquier caso, los pequeños cambios que se pueden dar en el comportamiento de los pequeños puede durar uno, dos o tres días.

Hay que jugar con el horario. “A la hora que se va a dormir, te vas a dormir un poco antes a la cama”. Los expertos también aconsejan ir acostumbrando al cuerpo unos días antes, con ajustes progresivos de horarios. Así como limitar el uso de cafeína (y alcohol en mayores) o evitar largas siestas.

Para tener pocos problemas con el sueño, Raimon Pelach ha indicado que lo mejor es que intentar regular el ritmo circadiano, eso facilita la sincronización del cuerpo con el nuevo horario.

A los más pequeños, siempre hay que explicarles las decisiones que se toman: “Siempre, cuando tú das una explicación a un chaval, le guste o no, es más fácil que la acepte”. Eso sí, hay que “imponer” la decisión, no puede decidir el más pequeño. Hay que hacerles ver que es una situación sobre la que no se puede hacer nada y que hay que asumirla.

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