CRIMEN MACHISTA
Inma, hermana e hija de las víctimas del doble crimen machista de Vitoria: "Quería acabar con todos"
En COPE Euskadi relata que el asesino además de querer arrasar con todos los bienes de valor material y sentimental para sus hijos quiso matar a más familiares de su exmujer
Vitoria - Publicado el - Actualizado
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El 20 de abril de 2018 Inma Bejarano perdió a su hermana Mari Jose y a su madre Flor, que era el núcleo de la familia. Fueron degolladas por Javier Rubia Jiménez, padre de sus sobrinos aún hoy menores de edad.
El dolor que la familia siente 6 años después de ese terrible crimen machista es indescriptible, "estamos sin palabras", confiesa ante el nuevo juicio del doble asesino en este caso por el incendio y los múltiples daños causados en el piso que era propiedad de su exmujer y residencia de ella y sus hijos.
En COPE Euskadi Inma da cuenta de que el odio y la intención de daño de su excuñado era tal, que tras apuñalar a sus víctimas y perseguirlas por el edificio, intentó quemar la vivienda en la que vivían sus hijos. "Si no se le hubiera frenado no sabemos si hubiera quemado el edifcio, manipuló el gas", advierte Inma.
Su convencimiento es que ese día pudo morir más gente: "cogió del bolso (de Mari Jose) las llaves de la casa de mis padres para esperarnos allí, para continuar la fechoría, él quería llevarse por delante todo". Puedes escuchar aquí la entrevista realizada por Alicia Calleja.
Dejar a los niños sin fotos, juguetes ni herencia
Inma explica en nuestros micrófonos que la familia paterna de los niños no se ha preocupado por ellos desde el crimen en ningún momento, ni en lo emocional, no ha habido una sola llamada, ni en lo material. Según denuncia, han vendido todos los bienes, "el piso, el coche y han sacado dinero de la cuenta" para que no les quede nada a los niños.
Y va más allá, Inma señala que el padre del asesino "le incitó a lo que hizo". "Una vecina le escuchó decirle a su hijo que la degollara (a Mari Jose), pero no pudo declarar porque le dio un ataque de ansiedad", ha asegurado Inma.
El nuevo juicio que ha arrancado hoy está removiendo todo el dolor y aún prevén otras causas relacionadas con "el alzamiento de bienes y el daño psicológicos a los niños" para quienes solo piden "justicia".
"Rompió las fotos por el cuello"
En la Audiencia Provincial de Álava se ha vuelto a juzgar este lunes a Javier Rubia Jiménez. Ya fue condenado a 47 de prisión por ese doble crimen machista que segó la vida de su exmujer y su exsuegra. Ahora la causa está relacionada con el incendio y los daños que provocó después del crimen en la vivienda propiedad de su exmujer y en la que vivía ella con los dos hijos de ambos.
El fiscal pide 20 años de prisión y pagar 105.000 euros en indemnizaciones por el incendio y los múltiples daños causados en el piso. Según el relato del Ministerio Público, el procesado actuó por “venganza contra todo lo que había representado su exmujer y para causar el mayor daño posible a sus dos hijos”. También considera que “estuvo en peligro la integridad física de los vecinos”.
El acusado derramó un líquido inflamable y prendió fuego a un sofá quemando distintas estancias del piso. Entre el doble crimen machista y el momento en el que el asesino saltó desde la ventana de la casa a una colchoneta colocada por los bomberos por el incendio pasaron unas dos horas en las que destrozó todo lo que pudo.
Han declarado peritos, bomberos, ertzainas, los responsables de los seguros y el hermano de Mari Jose e Inma, Javier. Con él viven los niños desde que su padre acabara con la vida de su madre y su abuela mientras estaban en el cole. Javier ha contado que se quedaron "con lo puesto" y ha relatado hasta qué punto llegó el ensañamiento. "Rompió las fotos con su madre a la altura del cuello", ha recordado.
Los daños causados en la vivienda han sido tasados por el perito en unos 165.000 euros. Tras la muerte de Mari Jose, los copropietarios de la vivienda son sus dos hijos y han tenido que costear varios gastos. El juicio ha quedado visto para sentencia.