El 76% de las calles de Vitoria suponen un obstáculo para quienes tienen baja visión

Un problema evidenciado en un informe de la asociación Retina Araba Begisare y que la teniente de alcaldesa, Beatriz Artolazabal, ha comprobado en primera persona 

Elisa López

Vitoria - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

Vitoria no es ciudad accesible. El 76 % de sus calles no cumple con los estándares de accesibilidad para las personas con baja visión, según un informe de la asociación Retina Araba Begisare. 

En un análisis de 30 kilómetros urbanos, se encontraron una media de 4,8 obstáculos por tramo, entre ellos terrazas (18 %), farolas (16 %), bicicletas mal aparcadas (9 %) y papeleras (7 %). 

Además, solo el 17 % de los pasos de cebra cuenta con pavimento direccional, y el 63 % de las escaleras carece de pasamanos, incumpliendo la normativa vigente.

accidentes en bolardos

El informe destaca que estas barreras afectan gravemente la calidad de vida de las personas con discapacidad visual, con riesgos de accidentes en bolardos y dificultades añadidas por la falta de iluminación uniforme en el 46 % de los tramos analizados.

Las obras en la vía pública no están señalizadas como deberían: el 63 % de las escaleras analizadas no tienen pasamanos como indica la normativa y el 79 % no cuenta con banda enrasada, mientras que el 73 % de los bolardos no cumple con los requisitos de accesibilidad actuales y el 46 % de los tramos no cumple con la uniformidad media de iluminación.

Beatriz Artolazabal, teniente de alcaldesa de Vitoria, experimenta la baja visión con unas gafas de realidad virtual

En la presentación del estudio, Beatriz Artolazabal, concejala de Espacio Público, experimentó personalmente los desafíos al realizar un recorrido guiado con gafas que simulan baja visión.

      
             
      

Artolazabal subrayó la importancia del informe como guía para crear un entorno más accesible y reafirmó el compromiso del Ayuntamiento de Vitoria con la accesibilidad universal: “Nuestra responsabilidad como institución pública es minimizar esas dificultades mediante la creación de un entorno urbano accesible, seguro y adaptado a las necesidades de todas las personas”.

próximos pasos

El informe ya se ha presentado al departamento de Espacio Público del consistorio para trabajar en soluciones conjuntas. Begisare espera que las propuestas se traduzcan en medidas concretas que reduzcan las barreras y promuevan un espacio urbano inclusivo.

Beatriz Artolazabal

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