Descubre qué pueblo es el más vaciado de Euskadi

¿Existe una Euskadi vaciada? ¿Cuántos habitantes dirías que tiene el pueblo vasco con menos población? Cada vez son más los núcleos rurales en claro retroceso de vecinos y servicios: faltan médicos, cajeros y desaparece la hostelería. 

Euskadi ganó población en 2024, con 11.262 nuevos habitantes que elevan el total a 2.2028.007. Pero en la CAPV hay núcleos rurales al borde de quedar vaciados. En concreto, hay 4 que tienen 4 vecinos censados cada uno. 

Dos están en Álava, son Arenaza, en Maeztu, y Urbina de Basabe, en Kuartango. El de Bizkaia es Mallabiena, que pertenece a Iurreta, y el de Gipuzkoa, Antzitzar, dentro de Beasain. Están cerca de ser pueblos fantasma y hay más que les siguen de cerca.

censo de un dígito

Álava es el territorio más afectado por la sangría de vecinos rurales. Su densidad de población es tres veces menor que la de Gipuzkoa y cinco veces más baja que la de Bizkaia. El 80% de sus habitantes se concentra en Vitoria y más de la mitad de sus municipios no superan el millar de personas.

Otro dato revelador es que una veintena de núcleos tiene menos de 10 vecinos, según datos de este año del Eustat, que también revela que ese censo de un dígito en Bizkaia se reduce a 4 los pueblos y a 3 en Gipuzkoa. 

"vivero necesario"

La Iglesia quiere hacer frente a este reto impulsando la pastoral rural. La Diócesis de Vitoria ha organizado este pasado fin de semana unas jornadas dedicadas a reflexionar sobre la despoblación del territorio. 

En COPE Euskadi, el sacerdote Eugenio Campanario, consiliario general del Movimiento Rural Cristiano de España, advierte que la despoblación “no es un proceso biológico ni inevitable”, se puede revertir, pero requiere “presencia y permanencia”. “Hay que darse cuenta de que el mundo rural es un vivero necesario de cara al futuro”.

El sacerdote propone empezar la “revitalización” de la zona rural potenciando proyectos vinculados al tesoro que guarda, “los recursos naturales”.

papel de la iglesia

Sobre el papel de la Iglesia explica que puede iniciar “procesos de concienciación”. “El factor predominante de transformación de un territorio son las personas, y se pueden hacer proyectos de transformación de productos y de inserción laboral” en las zonas más despoblada, "como realiza Cáritas".

Eugenio pide denunciar la falta de servicios y “no caer en la tentación” de pensar que no hay futuro para los pueblos. “Hay esperanza y signos positivos como la llegada de migrantes”.