De la diversión a la obsesión por hacerse rico, la trampa del juego en un joven de 14 años
Alejandro cuenta en COPE Euskadi cómo salió de una adicción que comenzó en el "recreo"
Vitoria - Publicado el - Actualizado
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Alejandro estaba en el recreo con sus amigos, tenían 14 años. Alguien sugirió ir al bar cercano. A gastar el dinero suelto que tenían en la máquina Reta. Alejandro tuvo suerte. Con esa moneda ganó 20 euros. Esa victoria fue la puerta de entrada a una adicción al juego que casi duró 10 años y le ha dejado “trastornos del sueño y ansiedad”, además de una deuda que ascendió a miles de euros.
“Lo que comienza como una diversión enseguida se convierte en el propósito de ganar dinero e intentar hacerse rico desde casa con las apuestas”, cuenta en COPE Alejandro, que ahora tiene 28 años, trabajo, un camino de rehabilitación con Asajer (Asociación Alavesa de Jugadores en Rehabilitación) y una autoprohibición en el Registro de Acceso al Juego.
Apostar con el dinero del paro
En su caso, su entorno social desconocía la adicción que tenía con las apuestas deportivas y el juego online. Fue durante el confinamiento al que obligó la pandemia del Covid-19 cuando se enganchó en mayor medida. “Fue lo peor, estábamos encerrados en casa todo el día, con el ordenador y mucho tiempo. Me gastaba el dinero del paro en jugar”.
Idoia Axpe, presidenta de Asajer, y Alejandro, jugador rehabilitado
Cuanto más jugaba Alejandro, más deudas contraía y recurrió a microcréditos. Acceder a ellos es muy fácil, solo hay que tener 18 años. “La deuda llegó a 5.000 euros, pero podía haber sido mucho más”.
la banca siempre gana
“En casa sospechaban algo, pero nunca llegaron a dar el paso de decir qué pasa aquí, igual temían que me lo tomara mal”. Sus padres le ofrecieron ayuda cuando él ya había tocado la puerta de Asajer movido por las advertencias de los prestamistas. “Ya se me iba de las manos. Me llegaban hasta 12 cartas en un día, con amenazas de embargos y más cosas”.
Apuestas deportivas
Alejandro cayó en la adicción al juego sin tener problemas concretos ni una vulnerabilidad especial. ¿Le puede pasar a cualquiera? “Sí”, nos dice. Su consejo, ser consciente de que el dinero que utilizas para jugar “lo pagas”. “No puedes pensar que vas a ganar dinero con eso, y si lo haces lo vas a perder después”. La banca siempre gana.