La Policía Local de Vitoria inicia una huelga de celo ante la falta de personal
Adopta esta medida de presión como protesta por la insuficiencia de personal que afecta al cuerpo desde hace meses
Vitoria - Publicado el
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La Policía Local de Vitoria ha comenzado hoy una huelga de celo como protesta por la insuficiencia de personal que afecta al cuerpo desde hace meses. Esta medida, aprobada ayer en una votación convocada por los sindicatos SIPLA y CCOO, coincide con un cambio reciente en el concejal responsable y la falta actual de un comisario al frente del cuerpo.
¿En qué consiste la huelga de celo?
La huelga de celo implica que los agentes cumplirán estrictamente con todas las normas y regulaciones, especialmente las relacionadas con el tráfico. Durante este período, los ciudadanos podrán ser sancionados por infracciones que, habitualmente, suelen pasar desapercibidas, como cruzar un semáforo en rojo, aparcar en doble fila o caminar por la calzada fuera de los pasos peatonales. La última vez que se aplicó una medida similar, entre 2017 y 2018, las multas se multiplicaron y el Ayuntamiento recaudó 600.000 euros adicionales en pocos meses.
Una protesta respaldada por parte de la plantilla
Aunque la huelga fue aprobada, en la votación participó menos de la mitad de los agentes de la Policía Local: solo 150 de los 387 efectivos totales. Algunos agentes han expresado su desacuerdo con la medida, argumentando que podría dañar la imagen del cuerpo policial.
El origen del conflicto
El malestar en la Policía Local de Vitoria no es nuevo. La falta de personal suficiente ha llevado al cierre de servicios nocturnos, la cancelación de citas para denuncias y la imposibilidad de atender emergencias en algunos casos.
Esta situación ha obligado al departamento a solicitar refuerzos y horas extras, especialmente en fechas clave como la Navidad. Sin embargo, estas medidas han generado tensión entre los agentes, ya que, en muchos casos, se han superado las horas extras máximas establecidas por convenio.
Impacto en el servicio
Desde hace más de un año, los ciudadanos que acuden sin cita previa a las comisarías de Agirrelanda o José Erbina se encuentran, a menudo, con la imposibilidad de presentar denuncias debido a la falta de agentes disponibles. En algunas ocasiones, han sido derivados a la comisaría de la Ertzaintza, que sí atiende sin cita previa pese a tener un sistema similar.
Además, los sindicatos denuncian que departamentos clave, como menores, investigación y violencia de género, han sufrido cierres nocturnos debido a la falta de personal. Incluso algunas emergencias han tenido que ser atendidas por la Ertzaintza ante la imposibilidad de respuesta por parte de la Policía Local.
Una situación crítica en plenas fiestas
La huelga de celo llega en un momento especialmente delicado, con la Navidad a la vuelta de la esquina y la necesidad de reforzar la presencia policial en las calles. El nuevo concejal responsable, César Fernández de Landa, enfrenta un reto importante tras asumir el cargo recientemente.
Precedentes: la huelga de 2017
La última huelga de celo llevada a cabo por la Policía Local, entre 2017 y 2018, tuvo un impacto significativo en la ciudad. Las multas aumentaron exponencialmente, incluyendo sanciones por infracciones que habitualmente se toleran. La medida finalizó en febrero de 2018 tras un acuerdo entre el Ayuntamiento y los sindicatos.
Por el momento, el Ayuntamiento no ha emitido valoraciones sobre esta nueva huelga, cuyo impacto podría notarse en los próximos días tanto en las arcas municipales como en la percepción ciudadana del servicio policial.