DÍA CÁNCER INFANTIL
El testimonio del padre de un niño curado de cáncer: "Mi hijo me enseñó a vivir con ocho años"
La inspiradora historia de una familia vitoriana en el Día Internacional del Cáncer Infantil
Euskadi - Publicado el - Actualizado
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En el marco del Día Internacional del Cáncer Infantil, en COPE Euskadi nos hemos acercado a una familia valiente que ha compartido con nosotros su experiencia atravesando una difícil prueba. Ernesto Marín, padre de Nico, ha relatado la conmovedora historia de su hijo, quien a los 8 años, a raíz de un problema de piel, fue diagnosticado de leucemia, algo que provocó un fuerte impacto en toda la familia. A esa temprana edad asegura Ernesto que Nico "le enseñó a vivir". Puedes escuchar la entrevista completa clickando junto a la imagen superior.
LA VIDA EN UN HOSPITAL
Ernesto nos ha llevado a los momentos más desafiantes de sus vidas. Nico, en ese momento un niño de tan solo 8 años, se encontró luchando contra la leucemia, y la familia Marín vivía marcada por la incertidumbre y la esperanza, muchas veces haciendo su vida en el Hospital de Cruces, en Bilbao, al que se trasladaban para el tratamiento desde su lugar de residencia en Vitoria-Gasteiz.
La vida de Nico transcurría en gran parte pendiente de la sexta planta del hospital, un lugar que Ernesto cariñosamente denomina "la fábrica del amor". Aquí, todos los profesionales, desde personal médico y de enfermería, el de cocina y limpieza, etc... desplegaban un cálido afecto que se convertía en un pilar fundamental para las familias que enfrentaban la adversidad.
MADUREZ ANTES DE TIEMPO
Ernesto asegura que la experiencia ha forjado a su hijo, quien ahora, a sus 14 años, goza de buena salud. Nico ha madurado antes de lo habitual, enseñando a su familia lecciones de vida que trascienden la fragilidad de su corta edad.
Ernesto es, además, presidente de ASPANAFOA ( Asociación de padres y madres de niños/as con cáncer de Álava) , y destaca la importancia de no olvidar a los hermanos de los niños con cáncer, a menudo relegados a un segundo plano por la atención centrada en la recuperación del enfermo. En su testimonio, Ernesto recalca que la lista de la vida no contempla la pérdida de un hijo a la temprana edad de 8 años, y es por eso que lucharon incansablemente por la curación de Nico.
Ernesto también comparte la percepción "mágica" de la planta de oncología infantil, donde los padres y madres, unidos por la difícil realidad que comparten, han establecido "un pacto no escrito de felicidad". Este rincón hospitalario se convierte en un espacio donde las palabras positivas y los ánimos mutuos fluyen, tejiendo una red de apoyo y esperanza.
La historia de la familia Marín, marcada por el amor, la resiliencia y la esperanza, nos recuerda en este Día Internacional del Cáncer Infantil la importancia de la solidaridad y la determinación en la lucha contra esta enfermedad que afecta a los más pequeños.