Los tractores vuelven a las carreteras alavesas para reivindicar el futuro del campo: "No lo entendemos"

COPE Euskadi acude a la segunda jornada de protesta convocada por la Asociación Treviño y Álava por el Campo (Ataca) 

Elisa López

Vitoria - Publicado el - Actualizado

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Abocados a la protesta. Así se sienten agricultores y ganaderos de Álava y Treviño que un año después de las movilizaciones unitarias del primer sector ven que van a peor. COPE Euskadi ha estado con ellos en la segunda tractorada del año, que también ha tenido lugar en otros puntos de España. 

Tractorada desde Jundiz

Casi medio centenar de vehículos agrícolas ha partido del polígono de Jundiz -donde han pernoctado tras las protestas del día anterior- en respuesta al llamamiento de la Asociación Treviño y Álava por el Campo (Ataca). Raúl Beitia, su presidente, lamenta que los sindicatos, como la UAGA, no hayan "salido a la calle" con ellos cuando las reivindicaciones siguen intactas y los problemas crecen. "Sus justificaciones tendrán, pero parte del sector no lo entiende así".

Competencia desleal

Entre los nuevos frentes abiertos, la "competencia desleal" que supone el acuerdo comercial de la Unión Europea con los países de América Latina integrados en Mercosur. "Producen más barato, no tienen que cumplir con la normativa europea sanitaria y fitosanitaria que da seguridad a los alimentos, pero que encarece nuestros costes".

Tractorada contra el acuerdo comercial con Mercosur

amenazas autóctonas

En Euskadi hay dos problemas que observan con "preocupación". Uno de ellos es el despliegue de los parques de energías renovables en suelo agrícola "para el que ha habido incentivos de ragadío e inversiones". 

Raúl Beitia, al frente de una explotación agrícola de cereales en Etxabarri-Ibiña junto a su primo, denuncia que "no entra en la cabeza que nos quieran montar polígonos industriales de placas que serán chatarra". "Que se instalen en otras zonas", reclama.

También los ataques crecientes del lobo, en especial a las ovejas y a los caballos, representan un "grave" problema para el sector ganadero, que pide un "control" de la población de este animal, que no se puede cazar al estar protegido como especie.

Raúl Beitia, nieto e hijo de agricultores y ganaderos ve un futuro cada vez más incierto, aunque se resiste a abandonar la "esperanza". Apenas logra cubrir los gastos de producción y pagar los préstamos de la maquinaria. Solo es posible si la cosecha es "decente", como esta última, nos cuenta antes de iniciar la ruta por Treviño, Berantevilla, Zambrana, Miranda y Arasur,