Vitoria da un paso adelante en la lucha contra las agresiones sexuales en el ocio nocturno

Vitoria se posiciona a la vanguardia en la lucha contra las agresiones sexuales en el ocio nocturno. Cinco de los locales más emblemáticos de la ciudad, Jimmy Jazz, Comarca, Gasteiz Bi, Carajo y Glass, han firmado esta semana un protocolo que establece una serie de pautas para atender a las víctimas y prevenir este tipo de conductas.

El protocolo, fruto de un trabajo conjunto entre el Ayuntamiento y los establecimientos, se basa en nueve principios fundamentales. Entre ellos destaca la atención prioritaria a la víctima, garantizando que no se sienta sola y respetando sus decisiones en todo momento. Además, se establece la importancia de no centralizar el proceso en la denuncia penal, sino también en el acompañamiento y la recuperación de la persona agredida.

"Es fundamental respetar la capacidad de decisión de la persona agredida", afirmó Ana López de Uralde, concejala de Igualdad, durante la presentación del protocolo . "Debe recibir la información necesaria y el asesoramiento correcto y se debe tener en cuenta que la última decisión respecto a su proceso y acciones relacionadas está en manos de la persona agredida, incluso si estas decisiones resultan incomprensibles para los demás".

Otro aspecto clave del protocolo es la formación del personal. "Se establece la necesidad de formación de todo el personal sobre violencia sexual y otros comportamientos discriminatorios frecuentes en el ocio nocturno actual", explicó López de Uralde. El Ayuntamiento ya ha impartido formación a más de 70 establecimientos y continuará realizando estas acciones de manera periódica.

Iker Arroniz, representante de Jimmy Jazz, destacó la importancia de este protocolo para los locales: "Nos acercamos a las situaciones sin saber si lo hacemos bien o mal", reconoce. "Con este protocolo tendremos una guía que nos permitirá actuar de manera más efectiva y segura".

Un paso hacia una cultura más segura

La adhesión de estos locales al protocolo es un paso importante hacia la creación de espacios de ocio más seguros y respetuosos. Además de atender a las víctimas, el protocolo busca prevenir las agresiones sexuales a través de la sensibilización y la formación.

"Este protocolo no sólo es una herramienta para abordar situaciones concretas, sino que también es un instrumento de transformación social", afirmó López de Uralde. "Queremos promover una cultura en la que la violencia sexual no tenga cabida".