Estudio UPV
7 de cada 10 universitarios vascos reconoce comportamientos violentos contra su pareja
Una investigación de la UPV/EHU constata que en la mayoría de parejas jóvenes se ha utilizado alguna vez la violencia offline u online
BIlbao - Publicado el - Actualizado
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Son jóvenes vascos de entre 17 y 24 años y universitarios. Han crecido en un entorno sin violencia y, sin embargo, las conductas violentas en sus relaciones de pareja están a la orden del día. Mayoritariamente, asumen el conflicto, incluso violento, como algo intrínseco al amor de pareja. Consideran que el miedo a la infidelidad justifica los celos y el control y creen que estos pueden derivar en agresiones físicas.
Estas son algunas de las conclusiones obtenidas por un estudio dirigido por la doctora en Psicología por la UPV/EHU, Joana Jaureguizar, que ha analizado y comparado la violencia que se produce dentro de las parejas jóvenes, tanto en redes sociales como de forma presencial.
Constata que ambos tipos de violencia tienen características diferentes. En los dos se produce una elevada tasa de prevalencia de violencia en parejas formadas por jóvenes de 17 a 24 años: la mayoría reconoce que han sido agresores y/o víctimas en algún momento.
Tipos de violencia
Según ha explicado en COPE la investigadora Jaureguizar, se ha cumplido su hipótesis: “Sospechábamos que la violencia ejercida en las redes no sigue exactamente los mismos patrones y, según la investigación, estábamos en lo cierto. Las cifras que hemos encontrado, los tipos de conducta, los perfiles psicológicos de agresores y víctimas… son diferentes”.
Por un lado, ha medido el grado de violencia entre las parejas. En las relaciones presenciales, el 80,4?% de las y los jóvenes reconocen haber tenido comportamientos violentos contra su pareja, mientras que en los intercambios que se suceden en las redes sociales el 55?% afirman haber actuado como agresores. Por otro lado, a la pregunta de si han sido víctimas, el 73,3?% han respondido que offline sí, y online un 51,6?%. Jaureguizar afirma que los datos son tremendos: “La prevalencia de violencia en las parejas jóvenes es más alta offline, pero, sin embargo, en ambos casos los resultados son espeluznantes. Hay que tener en cuenta, además, que en este tipo de cuestionarios la gente normalmente no dice toda la verdad y, por lo tanto, los datos reales pueden ser más altos y la situación ser aún más preocupante”.
Online y Offline
Por otro lado, ha analizado el tipo de violencia ejercida contra la pareja y ha llegado a la conclusión de que las conductas no son las mismas dentro y fuera de las redes. En las relaciones presenciales predominan las agresiones verbales y emocionales (insultos, humillaciones, buscar la manera de dar celos…). En cambio, en redes el control es la conducta violenta que prevalece (pedir geolocalización a la pareja cuando está con los amigos, pedir explicaciones porque no responde a los mensajes que se envían al móvil…). “Lo preocupante en este caso es que muchos jóvenes no creen que el control sea violencia. Lo cuestionan y no se dan cuenta de que existe un riesgo real de pasar de este tipo de agresiones a actos más violentos”, afirma Jaureguizar.
En este sentido, la investigadora ha querido subrayar que, aunque el uso de la violencia física no es tan frecuente, el porcentaje es significativo. De hecho, el 11?% de las y los jóvenes que han participado en la investigación han reconocido haberla usado alguna vez.
Diferentes perfiles psicológicos
Por último, se ha investigado si los jóvenes que ejercen y sufren violencia en la pareja tienen las mismas características online y offline. En los perfiles psicológicos se han encontrado diferencias, sobre todo en los roles de las víctimas. En el caso de las víctimas de violencia presencial, la baja autoestima es un rasgo significativo. En las que han sufrido ciberviolencia, en cambio, no es tan evidente. Según los autores del estudio, una de las razones subyacentes puede ser que la violencia presencial suele ser más dura.
Por el contrario, desde el punto de vista de la regulación emocional, las víctimas de la violencia online han mostrado mayores dificultades. “Tienen menos capacidad que quienes han sufrido violencia offline para interrumpir los estados emocionales negativos y alargar los positivos.¿Por qué puede ser eso? Quizás porque la ciberviolencia se produce en cualquier momento y lugar. En consecuencia, es más difícil ponerle fin. Y, por lo tanto, la falta de capacidad para regular las emociones es constante”, explica Jaureguizar.