Cómo acostumbrar a un niño a que utilice la mascarilla
Un protector eficaz para evitar la transmisión del virus, pero que resulta incómodo, genera confusión y hasta rechazo en algunos jóvenes
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las mascarillas han venido para quedarse. Sin embago, eso no significa que sea fácil acostumbrar a los más pequeños a ellas. La pandemia ha modificado la vida de todas familias españolas y ha obligado a adaptarse al uso de nuevos métodos de protección. Es comprensible que esta recomendación por parte de las autoridades sanitarias genere incomprensión en aquellos niños y niñas que no están habituados a vestirlas. Se trata de un producto eficaz para evitar la transmisión del virus, pero resulta incómodo, genera confusión y hasta rechazo en algunos jóvenes.
Convivientes de cualquier familia recordarán la primera vez que tuvieron que ponerse una, pero más todavía el día que tuvieron que hacérsela poner a sus progenitories, sobre todo, a los más pequeños. Los adultos tenemos mayor capacidad para asumir la necesidad de su uso, pero los niños todavía no entienden el motivo.
En este sentido, es importante plantear su utilización de manera comprensiva. Acostumbrar a alguien a llevar mascarilla es cuestión de desarrollar un hábito, por lo que los expertos insisten en recordarlo con frecuencia y mantener un comportamiento coherente. También es recomendable incluir en estos recordatorios el mantenimiento de la distancia física y el lavado.
Según las orientaciones de UNICEF y la Organización Mundial de la Salud se aconseja seguir estos pasos:
SINCERIDAD
Adaptarse a su lenguaje es importante para que comprendan el mensaje. Reconocer que estos protectores no son divertidos para nadie, pero sí buenos para su salud. Es un punto de partida para que comiencen a entender su uso y que asocien la mascarilla a la preocupación y ayuda por los demás.
EMPATÍA
Hay que hacerles partícipes en todo momento, responder sus dudas y explicar el motivo para que comprendan sus beneficios. Es bueno crear conversación sobre las mascarillas, interesarse por saber cómo se encuentran con ella puesta, cuáles son las que llevan sus compañeros, etc. En definitiva, que sientan que es algo bueno e importante para todos.
ÁNIMO
Los colores vivos o los diseños originales hacen que los más pequeños se sientan atraídos por el producto. Intenta comprar una mascarilla que pueda ser divertida y crea un juego con ella. Si se consigue animar a un niño, no se la quitará de encima.
DAR EJEMPLO
Los padres tienen que dar ejemplo a sus hijos mediante un comportamiento adecuado. Es recomendable buscar fórmulas para reiterar el uso correcto de la mascarilla y animar a otros familiares a que también lo hagan. De la misma forma, es imprescindible hacerles saber que hacen mal si no cumple con la medida.