Primera piedra del memorial 3 de marzo de Vitoria, que podría ver la luz en un año

La Diócesis acuerda con las instituciones la cesión de la Iglesia de San Francisco donde estaban reunidos los trabajadores que la policía tiroteó hace 45 años

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Han transcurrido 45 años y la herida del 3 de marzo sigue abierta en Vitoria. Este jueves se ha dado el primer paso para restañarla con el reconocimiento a las 5 víctimas mortales y más de 100 heridos, trabajadores reunidos en la iglesia de San Francisco para reclamar mejoras laborales, en un memorial que acogerá el templo cedido por la Diócesis de Vitoria. Con ella el Gobierno vasco, la Diputación alavesa y el Ayuntamiento de Vitoria han firmado un acuerdo que han calificado de "histórico" porque salda una "deuda pendiente" de las instituciones con los afectados por aquella tragedia.

Mucho trabajo por delante

Tras compartir su experiencia personal, como niña del barrio de Zaramaga que aún recuerda los tiros de la policía, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha deseado que el memorial sea una realidad "en un año". Si bien ha advertido que todavía queda "un trabajo largo y arduo" para concretar cómo se recordarán los sucesos de ese día de 1976.

Por su parte, el obispo de Vitoria, Don Juan Carlos Elizalde, ha mostrado su satisfacción por la contribución de la iglesia a la convivencia con la cesión del templo. Y ha confiado en que "no vuelvan a repetirse hechos como estos" y en que el memorial contribuya "a una lectura serena y abierta de los mismos, sin exclusiones ni divisiones ideológicas".

"Se ha tardado demasiado"

El Gobierno de España no forma parte de este proyecto porque, según ha explicado la consejera, las instituciones vascas han considerado que como representantes de la sociedad de Euskadi les corresponde a ellas "asumir la responsabilidad" de impulsar el memorial. Este estará "liderado" por las instituciones y la Diócesis aunque tendrá "la mano tendida" a las asociaciones de familiares y memorialistas y a los sindicatos de los cinco obreros fallecidos.

El diputado general de Álava, Ramiro Gonzaléz, ha admitido que "se ha tardado demasiado" en resarcir a las víctimas del 3 de marzo, que "se han sentido muchas veces huérfanas de reconocimiento y apoyo institucional", ya que hasta 2008 no tuvieron un reconocimiento oficial: la Medalla de Oro de Álava. Por último, el alcalde, Gorka Urtaran, ha asegurado que Vitoria siempre ha ofrecido su apoyo a las víctimas, tanto del terrorismo como de la violencia policial, porque todas merecen reconocimiento y justicia, así como el "cariño y empatía" de la ciudadanía.