Baskonia sin apenas margen de error en ninguna competición
El equipo de Pablo Laso ha evolucionado a mejor en su juego, pero la resolución de los partidos igualados y la situación de Markus Howard generan dudas.
Vitoria - Publicado el
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Desde su llegada en septiembre, Pablo Laso ha trabajado para conjuntar un equipo que no construyó a su gusto. "Pablo no tiene el equipo que le gustaría, pero ha conseguido que los jugadores asimilen su idea de juego", señaló Juan Ortiz de Pinedo en la tertulia "Dobles Figuras" de COPE Vitoria. La evolución en el juego es evidente, pero el Baskonia sigue sin alcanzar su mejor versión.
La principal mejora ha venido por la solidez táctica y el esfuerzo del equipo para reducir errores. "El equipo está mucho mejor, se ha asentado y eso se nota en los resultados, aunque aún le cuesta cerrar los partidos", destacó Ortiz de Pinedo.
La falta de un base puro y el problema Howard
Uno de los principales problemas del equipo sigue siendo la dirección de juego. "No hay un base nato que ordene y controle el ritmo del partido", apuntó Ortiz de Pinedo. Para paliar esta carencia, Laso ha optado por utilizar a dos bases en pista, buscando minimizar las pérdidas y mejorar la circulación del balón.
El rendimiento de Markus Howard es otro tema que preocupa. "Howard no está al nivel que se espera y el equipo lo nota", afirmó Juanjo Brizuela. El escolta estadounidense ha sido renovado recientemente, pero su impacto en el juego ha disminuido en comparación con temporadas anteriores. "El año pasado tenía un base como McIntyre que le encontraba en el momento justo, ahora se ve obligado a buscarse la vida y eso le penaliza”, añadió Brizuela.
Problemas de estructura y falta de alternativas
Más allá de los bases y Howard, el Baskonia enfrenta problemas estructurales. "Este año faltan jugadores que daban presencia en el rebote, como Costello o Kotsar", explicó Brizuela. La menor capacidad física del equipo ha reducido su capacidad de jugar en transición, afectando también a su producción ofensiva.
Pese a todo, el equipo ha mejorado su juego interior con la recuperación de Sedekerskis y la evolución de Rogkavopoulos. "Rokas es pura energía y cada vez más decisivo", destacó Brizuela. Además, la progresión de Baldwin y Forrest ha permitido que el equipo gane en verticalidad y agresividad en ataque.
Con la temporada avanzando y la necesidad de sumar victorias, Laso debe encontrar soluciones para que el equipo dé ese salto definitivo. "Estamos en febrero y este proceso de adaptación debería haber estado más avanzado", advirtió Roberto Arrillaga. El tiempo apremia y el Baskonia necesita acelerar su evolución si quiere seguir aspirando a grandes metas esta temporada.
Finales apretados
Cuando Baskonia llega a un final apretado, la moneda siempre cae del lado equivocado. Así lo analizaban los tertulianos de "Dobles Figuras" en Cope Vitoria tras otro tropiezo ajustado del equipo azulgrana. La falta de un base que marque el tempo del equipo y la dependencia de decisiones individuales en lugar de colectivas están penalizando a los de Pablo Laso en los momentos calientes.
El análisis de Juan Ortiz de Pinedo fue contundente: "No construye el base, no pasa la pelota rápidamente. Tenemos jugadores muy buenos, pero muy individualistas. Se quedan con el balón en las manos ocho, diez, doce segundos, y el resto del equipo se para". Esta falta de fluidez provoca que en los momentos clave las posesiones terminen en tiros forzados tras una sucesión de botes intrascendentes. "En Europa, los equipos que tienen un 'sheriff' en la pista son los que mandan", insistía Ortiz de Pinedo, haciendo hincapié en que los grandes equipos del continente cuentan con un líder en la dirección del juego.
Más allá de los errores tácticos, Juanjo Brizuela puso el foco en el factor psicológico: "Creo que es un problema de seguridad del equipo, de confianza. Falta solidez colectiva para llevarse los partidos con más opciones". Baskonia ha perdido hasta seis encuentros en Liga por menos de tres puntos, una estadística que refleja que el equipo llega vivo a los finales, pero no sabe gestionarlos. "Si hubiéramos ganado la mitad de esos partidos, estaríamos en puestos de 'play-in'", recordó Brizuela.
La Euroliga y su expansión hacia Abu Dhabi
La Euroliga ha confirmado la celebración de su Final Four en Abu Dhabi, marcando una nueva expansión fuera de Europa en un intento de fortalecer su viabilidad económica y competitiva. Esta decisión, que no resulta sorpresiva dentro del contexto de la competición, responde a la necesidad de la liga de asegurar ingresos y consolidar su modelo frente a la competencia de la FIBA y la NBA.
El acuerdo incluye una extensión de diez años con sus actuales dueños y un patrocinio que busca reforzar la estabilidad económica del torneo. Según se debatió en la tertulia, la liga ha tocado techo en términos de impacto y rentabilidad, lo que ha obligado a sus dirigentes a buscar nuevos mercados y fuentes de financiación. El capital proveniente de Oriente Medio, especialmente de Abu Dhabi, se presenta como una solución inmediata para fortalecer la estructura financiera de la Euroliga.
Sin embargo, el reto no solo radica en recibir financiación, sino en su gestión efectiva. Si la inyección de capital se destina únicamente a repartir beneficios entre los accionistas sin una estrategia de crecimiento clara, la sostenibilidad del modelo podría quedar en entredicho. Además, se destaca la creciente influencia de la NBA en el escenario europeo, con la posibilidad de una futura expansión que, de momento, parece haber quedado en pausa gracias a este movimiento de la Euroliga.
Por otro lado, la geopolítica del deporte también juega un papel crucial. El capital de los países árabes se ha convertido en un factor determinante en múltiples disciplinas, desde el fútbol hasta el baloncesto, con inversiones que pueden cambiar el equilibrio de poder en el deporte profesional. En este contexto, la Euroliga busca asegurar su futuro frente al ascenso de la FIBA y el poderío económico de la NBA.
El impacto de esta decisión en la estructura y en la identidad de la competición todavía está por verse, pero el movimiento deja en claro que el baloncesto europeo está en un punto de inflexión. La incorporación de equipos de Asia y el establecimiento de sedes fuera del continente pueden transformar el panorama del baloncesto de clubes en los próximos años.