Europa como premio de consolación

Se dice que la esperanza es lo último que se pierde. A eso se aferran el Athletic y su hinchada para mantener la ilusión de poder disfrutar de una final de la Copa en condiciones normales. Sin embargo el tiempo pasa y, a dos días de la fecha inicialmente fijada para el histórico derbi copero entre el Athletic y la Real, nadie puede asegurar que ese duelo vaya a disputarse finalmente. Y que se juegue con público empieza a ser contemplado como una quimera desde algunos sectores de la afición bilbaína.

No cabe duda de que la cancelación definitiva de la final –si llega a producirse- supondría un chasco tremendo para todos. Un varapalo que, en cierta medida, sería compensado por la clasificación del Athletic para disputar la próxima edición de la UEFA Europa League. Ello sería posible por el reparto de las plazas europeas que hoy ha aprobado la Comisión Delegada de la Federación Española de Fútbol, para el supuesto de que las competiciones no pudieran reanudarse este curso.

Mejor por la puerta grande

La propuesta de la institución federativa que preside Luis Rubiales, adelantada por El Partidazo de COPE, apuesta por premiar a los finalistas de la Copa, en detrimento del séptimo clasificado en la Liga. De esta manera y siempre que la actual temporada se dé por finiquitada debido a la crisis sanitaria, los equipos clasificados para la Champions serían los que actualmente ocupan los cuatro primeros puestos de la clasificación liguera. A la Europa League accederían, vía Liga, el quinto y el sexto clasificado, mientras que el puesto que reparte la Copa sería para el Athletic, al tener la Real Sociedad billete para la máxima competición continental.

De darse este supuesto el club rojiblanco regresaría a Europa tras dos temporadas ausente. La última comparecencia europea de los leones data del 15 de marzo de 2018, cuando fueron apeados de la UEL por el Olympique Marseille en octavos de final. En aquel partido disputado en San Mamés los dirigidos por “Kuko” Ziganda cayeron 1-2, después de haber perdido también en la ida (3-1) disputada en tierras galas. En todo caso, aunque a nadie le amarga un dulce, el deseo de la familia rojiblanca es, lógicamente, regresar a Europa pero por la puerta grande; ganando la final de la Copa a la Real.