Urkullu gana las elecciones en País Vasco por tercera vez y podrá reeditar su pacto con el PSE

EH Bildu crece y Podemos y la coalición PP-Ciudadanos resultan los grandes derrotados; Vox entra en el Parlamento por primera vez

Millán Cámara

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Iñigo Urkullu ha ganado las elecciones en País Vasco por tercera ocasión consecutiva. Lehendakari desde 2012, el candidato del PNV se ha quedado cerca de igualar el mejor resultado de su partido (32 escaños en 1984) gracias a los 31 diputados alcanzados este domingo. Ganador en las tres provincias de la Comunidad (en dura pugna con EH Bildu en Guipúzcoa), necesitará sumar algunos apoyos más para alcanzar una mayoría absoluta que no corre ningún peligro.

Encabezar el Gobierno vasco está asegurado, porque todo apunta a que la formación nacionalista reeditará su pacto con el PSE para afianzar su solidez electoral en el Parlamento. Los socialistas vascos, con Idoia Mendia como candidata, también mejoran, con 10 diputados frente a los nueve de 2016. La reedición del pacto gubernamental del PNV y el PSE podría darse gracias a los 41 diputados (de 38 necesarios) que suman ambos partidos.

EH Bildu es el otro gran triunfador de la noche. La izquierda abertzale, liderada por Maddalen Iriarte, consolida su vitola de segunda fuerza de la clase política vasca gracias a una subida de hasta cuatro escaños, para un total de 22 (18 en 2016). Por tanto, la oposición también queda en manos de una fuerza autóctona vasca.

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Urkullu se pondrá "manos a la obra" de inmediato para superar la crisis, ofrecer certezas y llegar a acuerdos

El candidato del PNV a Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha afirmado este domingo que se pondrá "manos a la obra" de inmediato para superar la crisis, ofrecer "certezas" y dialogar "con la voluntad de llegar a acuerdos" que aúnen y pongan, "de nuevo, a Euskadi en pie". Además, ha asegurado que este trabajo "necesita de todas las manos" porque hay que "atender a quienes peor lo están pasando, sin dejar a nadie atrás".

Urkullu se ha dirigido a militantes y simpatizantes del partido en un escenario, instalado para la ocasión en el exterior de la sede de Sabin Etxea de Bilbao, tras conocer la victoria del PNV en las elecciones al Parlamento Vasco, en las que ha obtenido tres escaños más, hasta sumar 31.

Entre aplausos y gritos de "ari, ari, ari, Urkullu Lehendakari", el cabeza de lista del PNV por Álava ha destacado que estos comicios "han sido diferentes, inéditos y difíciles" por la pandemia del coronavirus, pero ha recordado que "se han desarrollado con normalidad".

Tras reconocer que, en ocasiones, ha podido cometer errores, ha asegurado que ha actuado siempre "ofreciendo lo mejor al servicio de la sociedad vasca" y se ha comprometido a seguir haciéndolo así. "Espero que podamos reiniciar un camino de diálogo y colaboración constructiva", ha indicado.

La idea que ha centrado su pensamiento nada más conocer los resultados es "manos a la obra", según ha destacado. "El trabajo que debemos trabajar es ingente, pero merece todo nuestro esfuerzo porque representa el bien común de nuestra sociedad: empleo, cohesión social y empleo", ha añadido.

"TODAS LAS MANOS"

Por ello, ha asegurado que esta labor "necesita de todas las manos" porque "el objetivo es claro, atender a quienes peor lo están pasando y salir de esta situación sin dejar a nadie atrás". "Esta misión merece todo nuestro esfuerzo. La sociedad ha hablado y ha mostrado su confianza mayoritaria en el PNV. Ahora manos a la obra. Parlamento, Gobierno y programa para salir de esta situación y de esta crisis cuanto antes y lo mejor posible", ha añadido.

En este sentido, ha adelantado que su partido ofrecerá "certezas" y dialogará "con la voluntad de llegar a acuerdos" para "reemprender el camino y aunar fuerzas", con el fin de "salir adelante y poner, de nuevo, Euskadi en pie".

El Lehendakari ha apuntado que el PNV "ha cumplido con la palabra dada", tal como la sociedad vasca "ha reconocido" en estas elecciones. "Hemos hecho una campaña limpia, propositiva y constructiva. Hemos vuelto a comprometer nuestra palabra y ahora la tenemos que cumplir. Vamos a cumplir nuestros compromisos, ¡saldremos!", ha remarcado.

También ha querido compartir su "alegría" con la ciudadanía vasca, que ha "otorgado su confianza" a los jeltzales y con su formación, que le ha apoyado "con convicción en todo momento". "Me llenáis de esperanza e ilusión para seguir trabajando por este pueblo", ha dicho.

Visiblemente emocionado, ha concluido su intervención cantado 'Gogoa nun dugu', canción que acompañado cada acto de su campaña y con la que los jeltzales han llamado a la reconstrucción de Euskadi. Dirigentes y cargos institucionales y militantes se han sumado al Lehendakari, coreándola al unísono.

Descalabro de Podemos y PP+Cs; Vox entra en el Parlamento

Los perdedores de estos comicios vascos también están muy claros. En primer lugar, Elkarrekin Podemos, que baja desde los 11 hasta los seis escaños. El partido de Pablo Iglesias, liderado por Miren Gorrotxategi a nivel vasco, se ha hundido con respecto a 2016. Lo cual supone, con el añadido de la debacle gallega, una jornada electoral para olvidar en la formación morada.

Tampoco será recordada con especial cariño en las filas del Partido Popular y Ciudadanos, cuya coalición vasca deja un resultado que empeora el último del PP en solitario: si Alfonso Alonso logró nueve escaños en 2016, Carlos Iturgaiz no ha pasado de los cinco (los mismos que Podemos) tras aliarse con Cs. Un pinchazo que deja en el aire la posibilidad de que Pablo Casado e Inés Arrimadas reediten su alianza local en próximas elecciones autonómicas.

La cita no ha sido en absoluto aciaga para Vox. El partido de Santiago Abascal (natural, además, de Bilbao) logra acceder al Parlamento vasco por primera vez en su historia. Tendrá representación en él gracias al escaño que ha conseguido en Álava. Todo un éxito para la formación en la que es su segunda presencia en unas elecciones vascas.

Más allá de los resultados, destaca la cifra de abstención que se ha registrado en País Vasco: un 47%, la más alta de la historia de sus comicios y sin duda motivo de preocupación para los partidos políticos en Euskadi.