Arranca en San Sebastián el juicio contra la cuidadora de la anciana de Zumaia acusada de asfixiarla

En la Audiencia de Gipuzkoa en San Sebastián ha arrancado este viernes, con la conformación del jurado, el juicio contra la mujer acusada de asesinar el 21 de noviembre de 2020 a la anciana de 91 años a la que cuidaba en Zumaia.

Fue la cuidadora la que dio la voz de alarma aquella noche, cuando llamó a los servicios de emergencia alertando de que la anciana se había golpeado contra las barras de sujección de la cama. Cuando llegaron los sanitarios hallaron a la anciana con múltiples lesiones en lo que parecía una muerte accidental. La autopsia dio, sin embargo, un giro de 180 grados al caso al desvelar que la muerte se había producido por asfixia, lo que inició una investigación policial y la imputación de la cuidadora por asesinato, ya que no había nadie más en la casa.

La Fiscalía cree probado que la acusada tapó a la anciana la boca y la nariz "con algún objeto irregular" y limpió la escena del crimen antes de que los servicios sanitarios llegaran al domicilio y pide para ella 22 años de prisión.

CASO COMPLEJO Y CON IMPLICACIONES EMOCIONALES

El fiscal, Jorge Bermúdez, ha reconocido que "es un caso complejo porque no han ningún testigo excepto la acusada y por tanto la prueba principal va a ser el informe de los médicos forenses que son los que determinan la causa de la muerte y la mecánica con la que se comete". Bermúdez ha añadido además que "es un caso que tiene implicaciones emocionales por la excelente relación entre la cuidadora y la familia pero al final lo que debe prevalecer son las pruebas que se practicen en el juicio".

Durante el juicio Bermúdez ha subrayado que el hecho de que el hijo y la hija de la fallecida estén "indignados" con que se acuse a la cuidadora de esta muerte responde a una causa "emocional" y a la "percepción subjetiva" que, a su juicio, tienen por "conocerla" con anterioridad y el "trato excelente" que anteriormente la inculpada había tenido con la anciana.

La defensa, por su parte, ha insistido en que el "único fin" de la acusada cuando encontró a la anciana fue la de practicarle "maniobras de reanimación" y "evitar" su fallecimiento, ya que desde años atrás la había cuidado con "amor y cariño". Ha insistido en que la procesada es, junto a los hijos de la anciana, la "más perjudicada" por esta muerte con la que "no tenía nada que ganar", al tiempo que ha recordado que la nonagenaria estaba ya en situación "terminal" ya que poco antes los doctores habían propuesto a la familia la posibilidad de sedarla porque su fallecimiento era "cuestión de horas o días".