PASTOREO
Mantener vivo el pastoreo, el reto de la Artzain Eskola de Aranzazu: "En la cuerda floja"
Siete jóvenes han logrado la diplomatura en el último curso escolar, un número que cada año va a menos
Bilbao - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
Los pastores se resisten a desaparecer. Una profesión que la Artzain Eskola de Aranzazu trabaja por mantener viva con el curso de pastoreo que cada año imparte a una media de diez personas. Un número que se reduce año tras año debido a la falta de relevo generacional. "Cuesta que se acerquen porque es un sector que lleva mucho tiempo en la cuerda floja y son oficios tenen cierta atadura y, a veces, hasta se desconoce", asegura Ane Garciandia, coordinadora de la escuela.
Sin ir más lejos, este año, el centro ha clausurado su vigésimo séptimo curso con siete jóvenes que han logrado su diplomatura con el objetivo de desarrollar su futuro en el sector ovino y caprino. Como en anteriores ocasiones, se les hizo entrega de una makila que les servirá para iniciar su labor profesional. Entre ellos, cinco son menores de treinta años y tres han llegado desde Cataluña, Andalucía y Argentina. De esta forma, los últimos graduados pasan a formar parte de los 300 estudiantes que, hasta la fecha, han formado en el caserío Gomiztegi, de Oñati. "El objetivo principal es afianzar el sector primario aquí para que se mantenga este oficio", insiste, Garciandia.
"Dos perfiles" de pastores
Se trata de un curso de nueve meses en el que se trabaja tanto la teoría como la práctica de esta profesión. Dentro de la oferta formativa, los estudiantes profundizan, por ejemplo, en materias como el adiestramiento de perros pastor, afinado, envasado y elaboración de los quesos, manejo del rebaño, maquinaria de caserío, comercialización de productos o marketing, entre otras asignaturas que les serán muy útiles en la vida diaria. "Hay dos perfiles de estudiantes, los que vienen de caseríos y aquellos que se acercan de entornos menos rurales, que cada vez son más", añade la coordinadora.