Conductores de autobús se concentran para denunciar la agresión sufrida por un compañero en San Sebastián.

Trabajadores de la compañía de autobuses Ekialdebus se han concentrado este jueves frente a la Diputación de Gipuzkoa para solicitarle que ponga en marcha medidas de seguridad después de la agresión sufrida por un conductor de la compañía en San Sebastián. Los hechos tuvieron lugar el sábado hacia las 22 horas cuando el autobús llegó a la parada situada en el barrio donostiarra de Gros y un viajero que iba a bajar se percató de que la puerta no se abría. Tras varios intentos el conductor consiguió abrir la puerta pero el pasajero "muy enfadado, entre gritos e insultos, se abalanzó contra la mampara que el conductor tiene para protegerse del Covid-19", según ha explicado el sindicato LAB.

El presidente del comité de empresa de Ekialdebus, Txema Gaztelumendi, ha explicado este jueves que cada vez son más habituales "las agresiones, amenazas e insultos a los conductores" y que la situación se ha agravado desde que es obligatorio el uso de la mascarilla, porque "muchos usuarios no la llevan puesta antes de subirse y cuando el conductor lo reclama, algunos de ellos insultan directamente o entran con la mascarilla y se la quitan". Los trabajadores insisten en solicitar a la Diputación de Gipuzkoa que ponga en marcha un protocolo con medidas que garanticen la seguridad de los conductores de autobús después de que en agosto reclamaran una reunión que todavía no ha obtenido respuesta. Entre las medidas, Gaztelumendi ha solicitado que el "botón del pánico" que funciona durante el día también lo haga por la noche. El "botón del pánico", en caso de ser pulsado, ofrece imágenes en tiempo real del interior del autobús que son recibidas por los centros de cada operador.