Riesgo inundaciones
¿Está Euskadi preparada para una DANA como la de Valencia?
Euskadi cuenta con un sistema de alerta temprana ante posibles inundaciones, pero ¿sería suficiente para afrontar una catástrofe como la ocurrida en Valencia? Expertos analizan los riesgos y las medidas preventivas en nuestro territorio
Vitoria - Publicado el
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Las recientes y devastadoras inundaciones en Valencia han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de nuestro territorio ante los fenómenos meteorológicos extremos. La pregunta que surge de manera inevitable es: ¿está Euskadi preparada para enfrentar una catástrofe similar? Con un clima cada vez más impredecible y el aumento de la frecuencia e intensidad de las lluvias torrenciales, el riesgo de inundaciones se ha convertido en una preocupación creciente para nuestra sociedad.
El riesgo latente: una amenaza constante
Euskadi no es ajena al riesgo de inundaciones. Cien mil vascos viven en zonas susceptibles de sufrir inundaciones, especialmente en las proximidades de ríos principales y en las zonas bajas de las cuencas fluviales. Las históricas inundaciones que han azotado nuestro territorio en el pasado, Bilbao en 1983 y Gipuzkoa en 1988, son un claro recordatorio de la vulnerabilidad de nuestro entorno. La comparación con la reciente catástrofe de Valencia nos permite identificar similitudes y diferencias, y evaluar la capacidad de respuesta de nuestras instituciones. Algo que en COPE Euskadi hemos explorado hoy con el director de planificación hidrológica y obras de la Agencia Vasca del Agua (URA), José Mª Sanz de Galdeano.
Un sistema de protección civil preparado para la acción
Ante la amenaza de las inundaciones, Euskadi ha desarrollado un sistema de protección civil diseñado para prevenir y mitigar los efectos de estos fenómenos adversos, asegura el responsable de URA. Este sistema se basa en un sistema de alerta temprana que permite detectar con antelación las situaciones de riesgo y activar los protocolos de emergencia. Además, se han elaborado planes de emergencia específicos para cada zona, y se han realizado inversiones en infraestructuras de protección.
“Si los meteorólogos predicen este episodio de lluvias muy fuertes, el funcionamiento que tenemos en Euskadi es que Euskalmet nos comunica que viene un problema, nosotros hacemos en base a esa previsión un pronóstico hidrológico, de cómo creemos que se van a comportar los ríos y los embalses, y en URA nos convertimos inmediatamente en un instrumento de protección civil para lanzar, con la mayor antelación posible, la idea de por dónde puede haber problemas y los avisos y de qué magnitud. En los episodios que hemos tenido hasta ahora (y no han sido ni de lejos como el de Valencia), más de 24 horas antes de que empiece ya estamos todos sentados en una mesa: meteorología, protección civil y aguas discutiendo sobre lo que viene y tomando decisiones”, nos dice.
dejar de ocupar zonas inundables
Pero, para evitar problemas lo importante es no seguir ocupando zonas inundables, como se ha hecho en el pasado. “El gran reto sería no seguir ocupando en el futuro más ámbitos del río para no empeorar el problema y poder arreglar los que ya tenemos por una herencia no muy prudente, pero donde ya nos hemos puesto en el camino del río la única manera sería intentar paliar en la medida de lo posible los efectos de ese desbordamiento y que se produzcan daños, pero nunca va a haber riesgo cero. Siempre va a haber daño”.
Desafíos y retos de futuro
El cambio climático está intensificando los fenómenos meteorológicos extremos, aumentando la frecuencia e intensidad de las lluvias torrenciales y, por tanto, el riesgo de inundaciones. Ante este escenario, es necesario adoptar medidas urgentes y ambiciosas para hacer frente a este desafío.
Euskadi lleva 15 años impulsando normativas más estrictas, que impidan la actividad y el asentamiento humano en las zonas inundables. “La tendencia ha cambiado. Se han ido promulgando normativas tanto estatales como autonómicas que imponen limitaciones importantes de ocupación del suelo en función del grado de inundabilidad que tenga de forma que, cuanto más inundable es un suelo, menos cosas se pueden poner allí. En Euskadi, de hecho, fuimos pioneros en esas normativas, que luego imitó el Estado”
Eso dicen las leyes pero ¿se respetan?, pues según Sanz de Galdeano, sí. “Igual no siempre se hace de manera satisfactoria porque siempre puede haber errores en algunos sitios, pero es que antes no se respetaba nada y ahora, mucho” concluye.