El Gobierno Vasco destaca el avance en las normas de seguridad de los edificios en los últimos años

Varios elementos parece que han desatado la “tormenta perfecta” en el caso del incendio de Valencia. El edificio de 14 pisos tenía una fachada ventilada, revestida de "aluminio" en la parte delantera y separada de la original en la parte trasera con un aislamiento de "poliuretano", altamente inflamable. La arquitecta Laura Bordel nos ha contado en Cope Euskadi que "tanto el aluminio como el poliuretano no son materiales que se utilizan normalmente en las rehabilitaciones en Euskadi".

Bordel ha detallado que "como material externo de fachada se utiliza cerámica, piedra, que no es inflamable ni propagador de las llamas y en el caso de los aislantes se utilizan más lanas minerales y otros que, aunque el riesgo cero no existe, en principio son menos inflamables".

La arquitecta Laura Bordel nos cuenta que la normativa para este tipo de torres incluye,entre otras medidas, "sectorizar el interior de modo que, en caso de incendio, la caja de escaleras pueda ser un medio de evacuación e introducir una separación cada 3 o 4 alturas para que el fuego no se propague tan rápido hacia arriba ni hacia los lados".

El consejero de Vivienda del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, ha destacado el avance en la seguridad y en los materiales de las edificaciones en los últimos años aunque también reconoce que el parque de viviendas tiene la edad que tiene y que "cada edificio responde a la normativa que en su momento estaba vigente".

Arriola ha destacado que la normativa autonómica es más exigente que la estatal en materia de rehabilitación, con planes específicos de autoprotección, evacuación y que en las fachadas incorpora una separación horizontal en el forjado de cada planta para que actúe como "barrera cortafuegos" en el caso de incendio.

A nivel nacional diversas normativas como un Código Técnico de Edificación de 2006 con más exigencias y otra de 2018 a raiz del incendio en la torre Grenfell de Londres donde murieron 80 personas han intentado dotar de mayor seguridad, sobre todo, a los edificios de altura.

Jaime Uriarte ha sido bombero en la Diputacion de Bizkaia durante 35 años, los últimos dedicado a la investigación de incendios y nos cuenta que este tipo de fachadas que aislan muy bien, supone un riesgo de propagación más rápida del fuego porque los propios paneles de cerámica externos "evitan" la entrada del agua. Uriarte nos cuenta que este tipo de incendios se han repetido en torres desde 2012 y explica que la normativa no obliga a que los aislamientos sean ignífugos.