Iryna, su vida en Euskadi tres años después de estallar la guerra en Ucrania: "Mi hijo ya es casi vasco"

Actualmente estudia castellano en la Escuela Oficial de Idiomas y su hijo va al colegio y está "asentado" mientras el resto de la familia continúa viviendo en su país.

Usua Bilbao

San Sebastián - Publicado el

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Iryna lleva tres años en Euskadi, los mismos desde que estalló la guerra en Ucrania, de donde huyó con su bebé que está a punto de cumplir cuatro años y que ya es "casi vasco”. En Cope Euskadi Iryna explica que sigue alojada con su familia de Galdakao, aquella que durante su infancia le acogió tantos veranos a través de la Asociación Chernobil. De ellos dice que "son mi familia, mi apoyo". Ahora estudia castellano en la Escuela Oficial de Idiomas en el barrio de Deusto en Bilbao mientras su hijo va al colegio y está "asentado".

A Iryna le hemos querido preguntar cómo están las cosas en su país ya que su marido, familia y amigos continúan viviendo en Ucrania y subraya que "la gente sigue sufriendo, los civiles, la gente como nosotros". Explica que la paz que se está negociando para su país genera opiniones diferentes y encontradas. "Desde los que piensan que sea como sea llegue la paz a los que consideran que tiene que ser una paz justa, no como la que nos quieren proponer ahora", destaca. 

el futuro de iryna

Iryna espera volver a su país para encontrarse con su marido y con familia. Lo que no sabe es cuándo. Ella "empezó desde cero" cuando llegó a Euskadi hace tres años y volver a Ucrania ahora sería un nuevo comienzo. En Cope Euskadi explica que de momento prefiere esperar y continuar en Galdakao porque la situación no está clara allí, la guerra continúa y piensa en el niño que dice que "ésta es su casa".

Iryna no hace planes a largo plazo. "Vivimos de un mes para otro pero no pensando en años" porque lo que dice la experiencia es que "hace tres años tuvimos que meter en una única bolsa nuestra vida así que qué mas da si lo tenemos que hacer otra vez".

4.000 ucranianos y ucranianas que huyeron de la guerra hace tres años recalaron en Euskadi. Centenares de ellos siguen viviendo y trabajando aquí mientras esperan regresar algún día a Ucrania, un sueño que de momento se les antoja muy difícil.