El barrio de Arangoiti, en Bilbao, encierra una historia de resistencia como la de la propia sor Begoña Agirrezabal, que a sus 81 años sigue al pie del cañón solidario.

La colina pasó de albergar un palacio y varios caseríos a mantener en pie uno mientras iniciaba su expansión urbanística en 1950 para acoger a gentes venidas de distintos lugares. Entonces comenzaron a llegar inmigrantes de otras comunidades, ahora proceden de otros países.

Todos han pasado dificultades a las que sor Begoña, como se conoce a esta hermana de la Caridad, ha sabido atender junto a la red de voluntarios que ha ido tejiendo, integrada por "jóvenes estudiantes y mayores jubilados".


"¿Por dónde vamos a salir?"

"Me despertaba por la noche y decía, ¿por dónde vamos a salir? Y salíamos", ha recordado en COPE Euskadi "Sorbe" -como la apodan con cariño- al remontarse a 1988 cuando recaló en este distrito obrero pegado a Deusto de a mano de la Asociación Luisa de Marillac.

Más de tres décadas de dedicación reconocidos por la Fundación Antonio Menchaca con uno de sus Premios a la Solidaridad.

En esos años se multiplicaban los problemas con las drogas y el sida. Faltaban la ayuda a domicilio y los bancos de alimentos. No existían. Así que la labor de personas como sor Begoña era fundamental. Y más en barrios empobrecidos como el de Arangoiti en el que no había ambulatorio y a donde los taxis se negaban a ir.

Red de apoyo

Tal era la necesidad de personas con discapacidad intelectual, ancianos que vivían solos o toxicómanos, entre otros, que sor Begoña, que antes trabajaba en Cruz Roja como enfermera, atendió la llamada del barrio y se rodeó de un equipo que hoy atiende a 600 vecinos, 200 son menores, de los 6.000 que hay en el barrio.

Alejandro es uno de ellos y dice que sor Begoña es "la persona más linda del mundo entero. Y amén" . Aissa asegura que "no hay palabras" para describir lo que la hermana a hecho por ella, "es como una madre".

Son algunas de las dedicatorias que suscita "Sorbe" entre quienes ayuda, parte de la "familia" que convive en Arangoiti y que ha sido retratada en una exposición fotográfica que se puede ver en las paradas Moyúa, Deusto y Casco Viejo de Metro Bilbao.