Localidades gipuzkoanas y alavesas se adhieren a la Asociación de municipios del Camino Ignaciano
La entidad, que agrupa a 72 municipios de cinco comunidades autónomas, surge para impulsar un turismo de interior “desestacionalizado y de calidad”
Vitoria - Publicado el
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El Monasterio de Montserrat (Barcelona) será mañana, sábado 11 de enero, el escenario del encuentro fundacional de la Asociación de Municipios del Camino Ignaciano. La nueva entidad reúne, por ahora, a 72 de los 92 municipios por los que discurre este camino, que atraviesa Cataluña, Aragón, Navarra, La Rioja y el País Vasco en un recorrido de 650 kilómetros entre Azpeitia (Guipúzcoa) y Manresa (Barcelona).
A la cita en Montserrat asistirán representantes de varios municipios guipuzcoanos, como Azkoitia, Azpeitia, Legazpi, Urretxu y Zumárraga, así como de localidades alavesas como Asparrena, Campezo, El Villar, Kripan, Laguardia, Lapuebla de Labarca y Zalduondo.
Un turismo de calidad y desestacionalizado
La asociación nace con el objetivo de potenciar el Camino Ignaciano como un atractivo cultural, histórico, gastronómico y patrimonial, promoviendo un turismo de interior, desestacionalizado y de calidad.
“Estamos muy ilusionados ante el nacimiento de esta asociación, que surge del convencimiento de que tenemos grandes activos que queremos poner en valor”, ha destacado Joan Vila, concejal de Turismo de Manresa, en declaraciones a COPE Euskadi.
Manresa ha sido el motor impulsor del proyecto y, una vez constituida formalmente la asociación, su alcalde asumirá la presidencia.
Dos ejes de actuación
La nueva entidad trabajará en dos líneas principales. La primera estará enfocada en la señalización y optimización del propio Camino Ignaciano, mejorando su infraestructura y recursos. La segunda buscará articular todos los activos materiales e inmateriales de los municipios para difundirlos mediante paquetes turísticos adecuados.
“Queremos poner a disposición de los municipios, muchos de ellos pequeños y sin infraestructura turística, los recursos de los que una asociación sí puede disponer”, ha señalado Vila.
Un público más allá del peregrinaje
Aunque el Camino Ignaciano tiene un fuerte componente espiritual, la asociación pretende atraer a otros perfiles de visitantes interesados en la historia, la cultura, la gastronomía y el paisaje. “No buscamos solo al público del peregrinaje”, ha enfatizado Vila.
El número de personas que recorren el Camino Ignaciano cada año es difícil de precisar, ya que muchas lo hacen de manera autónoma y sin dejar registro. “De lo único que tenemos datos es de las expediciones anuales que organizan los jesuitas con grupos numerosos”, ha reconocido el concejal de Turismo de Manresa.
Manresa, que tradicionalmente ha sido el final del Camino Ignaciano, celebró en 2022 los 500 años de la llegada de San Ignacio, aunque sin la participación activa de los municipios. Con esta nueva asociación, se busca corregir esa situación y fortalecer la cooperación entre todas las localidades del recorrido.
Un Camino que cambia la vida
Los jesuitas son los primeros impulsores de este Camino, que empezó como tal en 2012. Josep Lluis Iriberri es uno de ellos y ha perdido la cuenta de cuántas veces lo ha recorrido. Se dedica a acompañar a grupos y, aunque no las ha contado, afirma que son “al menos 40”.
Asegura que el Camino “cambia la vida” y se declara “testigo” de muchas transformaciones. Nos cuenta el ejemplo de una peregrina, técnica de aguas, que estaba “en proceso de discernimiento” cuando lo hizo y, tras la peregrinación, “se fue a Siria con la Cruz Roja a trabajar en potabilización de aguas”.
“Coger la mochila y las botas fue como coger la vida en sus manos”, concluye Iriberri.