"Mi mujer tiene 51 años y Alzheimer precoz": Gorka implora inversión para investigación
Ane fue diagnosticada con sólo 47 años. La ciencia busca terapias, pero sin inversión no hay ensayo posible en humanos

El Alzheimer precoz puede sobrevenir sin esperarlo
Euskadi - Publicado el
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Gorka no esperaba que su vida diera un giro así. Su mujer, Ane, fue diagnosticada con Alzheimer precoz con tan sólo 47 años. Hoy tiene 51 y, aunque aún disfruta con sus seres queridos y reconoce a todos, ya no puede por ejemplo cocinar ni realizar otras actividades cotidianas, pero sí hace deporte y sale a pasear. Él lo cuenta con dolor y con la desesperación de quien ve cómo el tiempo avanza y la ciencia no llega a tiempo.
Hace unos días te contábamos que un equipo de investigadores de la EHU ha logrado resultados "esperanzadores" en ratones con un fármaco experimental que revirtió el deterioro cognitivo en estadios iniciales de Alzheimer. Puedes leer esa noticia aquí. Un diagnóstico que rompió su vida.
Un diagnóstico que rompió su vida
“Fue como un jarro de agua fría”. Así describe Gorka el momento en que les dieron el diagnóstico. Ane era una mujer muy activa, con un trabajo exigente que requería concentración y agilidad mental. Fueron sus compañeros de trabajo los primeros en notar que algo no iba bien: errores con los números, despistes, bloqueos. La noticia cayó como un mazazo. “No sabíamos que esto iba a ir tan rápido. Ni que sería tan duro”, dice él. La lucha diaria en casa

Neuronas
La lucha diaria en casa
Desde entonces, su vida gira en torno a Ane y a sus hijos. “Es como cuidar de tres niños… y de ella también”. Ane ya no puede encargarse de las tareas del hogar, pero conserva parte de su autonomía: aún recuerda películas o viajes de hace años, y disfruta saliendo con su familia o cuadrilla a tomar unos potes. “Eso me consuela”, dice Gorka. Pero el deterioro avanza, y él vive en una constante alerta: “Por si se despista".
La esperanza de una terapia sin dinero
Mientras tanto, la ciencia avanza. El equipo liderado por el doctor Rafael Rodríguez-Puertas, de la EHU, ha probado en ratones el compuesto WIN55.212-2, que actúa sobre el sistema que controla la memoria y el aprendizaje. El tratamiento ha mostrado capacidad para revertir el daño cognitivo. Sin embargo, no se puede aplicar en humanos porque el compuesto es genérico y ninguna farmacéutica ha querido invertir aún en su desarrollo.

Científicos investigando
Los ensayos clínicos cuestan millones de euros. El objetivo ahora es desarrollar una molécula propia y patentable, que sí despierte el interés del sector farmacéutico.
inversión, por ella y por todos
Gorka no pierde del todo la esperanza, pero es urgente que se avance. “Por favor, que inviertan en investigar”, suplica. No solo por Ane, sino por todas las personas que, como ella, empiezan a perder su vida demasiado pronto.