CAMPAÑA DÍA SEMINARIO 8 DIC
El Obispo de Vitoria invita a los jóvenes a cuidar su vida cristiana y a plantearse su vocación al sacerdocio
D. Juan Carlos Elizalde ha escrito una carta abierta donde les anima a pensar en el futuro
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Durante esta semana la iglesia alavesa se centra en los seminaristas y en las vocaciones sacerdotes pues el próximo martes, 8 de diciembre, es el Día del Seminario.
Tras varios años sin candidatos al sacerdocio, nada más ser nombrado D. Juan Carlos Elizalde como Obispo de Vitoria, fijó como una de sus prioridades fomentar la vocación sacerdotal que sirva de relevo al actual presbiterio alavés, que cuenta con una media de edad alta.
El edificio construido entre los barrios de San Martín y Txagorritxu por el arquitecto y sacerdote, beato desde 2014, Pedro de Asúa, cuenta a día de hoy con 15 seminaristas tras la ordenación sacerdotal de Jose Antonio Vega, de 30 años, en junio pasado, y la diaconal –previa al sacerdocio– de Rafael Sanchez, de 27, hace apenas tres meses.
Por ello y con este Día del Seminario como telón de fondo, el Obispo de Vitoria ha escrito una carta pastoral abierta a todos, especialmente dirigida a los jóvenes alaveses, a quienes les anima a “explorar su vida cristiana y no descuidarla, acudiendo a los sacramentos de la Iglesia, principalmente a la eucaristía y al de la reconciliación” y les insta a participar en parroquias y grupos juveniles diocesanos y escolares para “discernir su futuro, plantearse quién es Jesús y si ello supone un cambio real en sus vidas”.
Además, les emplaza a “averiguar, gracias al acompañamiento personal y comunitario, si el Señor les llama a ser un día sacerdotes al servicio de la sociedad y de la Iglesia”. Para facilitar esta “escucha a la llamada”, recuerda algunas de las citas que hay en la Diócesis como son las reuniones de jóvenes con el Obispo los últimos viernes de mes en el convento de las Hermanas Dominicas, los ejercicios espirituales, los grupos juveniles de formación y voluntariado, los encuentros todos los jueves por la tarde en la capilla pública del Seminario con los seminaristas o el Icono Vocacional Itinerante que va recorriendo parroquias, congregaciones y colegios. Como refuerzo a esto último, los 15 seminaristas actuales, con todas las precauciones y protocolos sanitarios, están pasando por las clases de bachiller de los colegios religiosos, empezando por Egibide, para testimoniar cómo son sus vidas y por qué decidieron tomar el camino al sacerdocio, respondiendo a las preguntas que puedan surgir entre los alumnos. “Dios se vale de voces humanas para llamar a nuevos sacerdotes como ocurrió en mi” recuerda el Obispo en este sentido quien añade que en la Facultad de Teología, donde imparte la asignatura Espiritualidad y discernimiento vocacional, “constato que el caldo de cultivo de la vocación es una cuidada vida cristiana basada en los sacramentos y en la comunidad”.
D. Juan Carlos Elizalde quiere seguir propiciando estos espacios “con todas nuestras fuerzas como Diócesis” y así poder “acoger todas las vocaciones que surjan”, garantizando de esta manera la “renovación de nuestras comunidades y la transmisión de la fe”. En esta linea, afirma en su carta que “trabajar por las vocaciones sacerdotes es trabajar por la corresponsabilidad en la Iglesia” y ánima a ello tanto a sacerdotes como a laicos responsables de formación en parroquias y colegios. Asimismo, resalta lo ligado que está el Día del Seminario con la festividad de la Inmaculada. “María dijo sí a la llamada de Dios y a Ella nos confiamos para esta tarea”. Con el objetivo de que sean muchos los jóvenes que imiten esa respuesta y crezcamos con nuevos pastores en esta iglesia alavesa, el Obispo no pide solo trabajar en este sentido. También invita a rezar: “acudamos a la oración incesante como esa nieve perpetua en la cumbre que riega valles y estepas”, recalca.
En la carta, D. Juan Carlos Elizalde apela a todos, sacerdotes, religiosos y religiosas y responsables de los distintos organismos de la Diócesis y del mundo de la enseñanza, a “no distraernos y a dejar de lado cualquier disquisición estéril para centrarnos juntos y con entusiasmo en los jóvenes y ayudarles a discernir su camino”. Insiste en que “no hay excusa para enterrar el talento que cada uno tenemos para fomentar las vocaciones en nuestra Diócesis” y recuerda que “en estas vocaciones entran todos los estilos sacerdotales” en referencia a la diversidad de acentos y personalidades que “enriquecen la Iglesia” y confirma que el equipo formador del Seminario “admite todas las colaboraciones y sugerencias en este sentido”. El Obispo de Vitoria invita finalmente en su misiva a “tener presente la historia de nuestra Diócesis donde sacerdotes santos siempre han suscitado vocaciones sacerdotales”, poniendo como ejemplo reciente al beato Pedro de Asúa, arquitecto además del Seminario, cuyo ejemplo de vida sacerdotal “fue y es modelo de sacerdocio para los actuales seminaristas de la ciudad”.