Un sacerdote alavés declarado Beato por el Papa Francisco
Nicesio Pérez del Palomar Quincoces, de la Congregación del Santísimo Redentor y natural de Tuesta, ha sido beatificado junto a otros once religiosos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El sacerdote Nicesio Pérez del Palomar Quincoces, de la Congregación del Santísimo Redentor y natural de la localidad alavesa de Tuesta, fue asesinado en 1936 durante la Guerra Civil "a consecuencia de la persecución contra religiosos y religiosas por profesar la fe católica". Razón por la que el Papa Francisco ha beatificado al alavés junto a otros once religiosos este pasado sábado.
En este sentido, la Diócesis de Vitoria ha comunicado que tras varios estudios por parte historiadores a petición de la Congregación para las Causas de los Santos, la Santa Sede, por medio de un decreto del Papa Francisco, ha autorizado proclamar Beato al alavés Nicesio Pérez del Palomar Quincoces.
El departamento vaticano analizó las conclusiones de varios historiadores expertos en la Guerra Civil española sobre la vida de este alavés natural de Tuesta, perteneciente al municipio de Valdegovía, y de otros once sacerdotes pertenecientes a la misma orden religiosa.
Una vida dedicada a la fe
Nicesio nació el 2 de abril de 1859, mismo día que fue bautizado en la pila bautismal de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Tuesta que aún se conserva dentro del templo. También allí recibió su Primera Comunión y se confirmó en el pueblo de Espejo con 16 años de edad.
Con 25 años, en 1884, ingresó como fraile redentorista, tras pasar como aspirante por El Espino (Burgos), por Astorga (León) y por Nava del Rey (Valladolid), donde se formó en las áreas de carpintería y construcción.
En octubre de 1891 se instaló en la localidad francesa de Les Contamines, en la frontera con Suiza e Italia, para aprender técnicas de horticultura y apicultura para poder desarrollarla luego en España. Con estas dos facetas -maestro de obra y hortelano- inicia decenas de obras y huertas en Madrid, León, Navarra, Granada, Cuenca, Santander y Valencia.
"Los testimonios de quienes le conocieron le definían como una persona muy trabajadora e inteligente, donde cada día se entregaba a la oración y quien celebraba misa con gran devoción", ha destacado la Diócesis.
Cuando comenzó la Guerra Civil, Nicesio tenía 77 años. Durante los primeros días, junto a los once sacerdotes que formaban el grupo de Hermanos frailes, se refugiaron en varios lugares distintos en Madrid después de abandonar el convento donde vivían.
Tras esconderse en varias ubicaciones, en agosto de 1936 el fraile alavés fue delatado y asesinado. En julio de 1940 se procedió a la exhumación e identificación de sus cuerpos, arrojados a una fosa común y trasladados al Panteón de los Redentoristas en el Cementerio de la Almudena de Madrid, donde reposan actualmente.