Despedir mascotas

Tanatorios de mascotas: la despedida menos animal

Su consideración como parte de la familia lleva a querer darles un adiós en línea con ese sentimiento

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¿Quieres saber cómo despedir a tu mascota?

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Desde finales de septiembre del año pasado está en vigor la Ley de Bienestar animal. En su artículo 26 detalla que la baja de una mascota fallecida requiere la presentación de un documento que certifique su incineración o entierro a cargo de una empresa oficialmente reconocida. Eso significa que enterrar animales en lugares no autorizados está prohibido. Además, el requisito garantiza que el proceso se realice de manera adecuada y respetuosa. De ahí la proliferación de tanatorios/crematorios. En Bizkaia y Gipuzkoa cuentan con un par de ellos cada una. En Álava, hace poco más de un año ha abierto sus puertas el primero. Se llama Agur y trabaja con todo tipo de mascotas. Desde perros y gatos, a conejos, hurones, periquitos, ninfas, hámsteres y jerbos.

Amor incondicional

“No tiene nada que ver el tamaño sino el cariño que la familia profese a su animal”, apuntan los responsables de la instalación, aunque reconocen que “cuanto más pequeño, más complicado recuperar las cenizas”.

El precio depende del peso y de si la cremación es colectiva o individual, la más frecuente. Ellos mismos se ocupan de recoger al animal, a domicilio pero también y sobre todo, de las clínicas veterinarias.

Mascotas

Una vez la mascota entra en Agur, la familia puede también despedirla allí. De hecho disponen de una sala específica para ello. Es un tanatorio como los que existen para las personas así que también se encargan de “arreglar” al animal para que las familias se despidan. No es que lo maquillen, pero sí lo mejoran. “Tuvimos el caso de un perro que fue atropellado y le vendamos la patita para presentarlo más dignamente y que la familia lo viera”, recuerdan.

Urnas de cartón

En pocas horas, realizan la cremación y, después, convocan a la familia para entregarles las cenizas.

Van en urnas y ahí el abanico es amplísimo. Las básicas son cajitas de madera, pero las hay de todo tipo, como las hidrosolubles, que se disuelven y sirven para enterrarlas o de cartón. Esta última incluso sirve para plantar un árbol y ganó el premio al diseño de urnas ecológicas en 2017. "Las personalizamos con láser y le ponemos el nombre”, puntualizan desde Agur, que dispone también de un catálogo de urnas distintas o de diseño que se piden por encargo.