La familia de Tomás Caballero vive sin rencor pero sin deseo de perdón "porque nadie lo ha pedido"

“Unos días antes de su muerte había pedido una alarma para el coche que no llegó a poner”, cuenta su hija Maria

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María Caballero, hija del concejal de UPN Tomás Caballero

Santiago Ruiz de Azúa

Santander - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El 6 de mayo de 1998 ETA asesinó de varios disparos al concejal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona Tomás Caballero. Caballero, que compaginaba sus funciones de concejal con su trabajo en Iberduero, había criticado con dureza a los concejales de Herri Batasuna en Pamplona tras el asesinato en enero del concejal del PP en Zarauz Ignacio Iruretagoyena.

En un pleno extraordinario, el concejal de UPN había dicho a los concejales de batasuna “Pidan a ETA que no maten”. Estas críticas le valieron a Caballero una demanda por injurias y calumnias y sobre todo que la banda terrorista ETA comenzará una persecución hacia su persona que terminó con su asesinato.

María Caballero, hija del concejal asesinado, asegura que vivieron el asesinato de su padre como uno de esos atentados en los que Herri Batasuna señalaba la víctima y la banda terrorista lo ejecutaba.” Siempre hemos tenido la certeza entre los que señalaban de una manera u otra y lo que ocurría después”

El clima político durante aquellos años era muy asfixiante, cuenta María en COPE, y la familia empezó a tener miedo.” Ya fallecido nos dimos cuenta de que había encargado una alarma para el coche que no llegó a poner y te queda una sensación de pena por dentro al pensar qué pensaría este hombre por dentro”. Cuando Tomás Caballero decidió volver a la política su mujer lo apoyo igual que el resto de la familia.

"RECUERDO EL DIA CON UNA CLARIDAD TOTAL"

Aquel 6 de mayo hacía un día precioso de primavera, de sol, en Pamplona. María vestía una americana roja y estaba con sus compañeras del Ayuntamiento comentando una operación policial en la que se había incautado a ETA una lista con objetivos en los que aparecía algún cargo público de la ciudad y no estaba el de Tomás Caballero. Una compañera le había dicho entonces a María “esto no os da miedo”.

No pasó ni media hora de esta conversación y uno de los hermanos de María Caballero le comunicó que su padre había sufrido un atentado. En el coche, camino del hospital, escuchó en la radio que Tomás Caballero había recibido dos disparos en la cabeza. “Ahí mismo, en el coche, me di cuenta de que me había quedado sin padre”.

Después de la muerte del concejal de UPN la familia pasó unos momentos durísimos en los que la fortaleza de su viuda fue fundamental. “El desgaste emocional era enorme para protegernos entre los hermanos y a mi madre. Gracias a la familia y a la actitud de mi madre, a su valentía, su fortaleza, su dignidad no nos hundimos nunca”.

EN EL AYUNTAMIENTO

María Caballero era funcionaria en el Ayuntamiento de Pamplona cuando ETA asesinó a su padre. Desde 2011 es concejal de UPN y tiene que convivir con concejales que nunca han condenado el asesinato de su padre.” Es muy duro que alguien que no ha querido condenar un asesinato llegue al gobierno de tu ciudad. Es indignante que una ciudad acepte esto”.

La familia de Tomás Caballero, dice María, no guarda rencor. No se han planteado perdonar a nadie “porque nadie tampoco se nos ha acercado nunca a pedirnos perdón”.

Si la vida le diera el regalo a María Caballero de volver a vivir algo con su padre “sería juntarnos a comer, a disfrutar de la familia. Eso sería lo mejor”.

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