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La emocionante historia de Nieves: "Sin la firma de mi marido no podía hacer nada"

Nieves Arribas, vecina de Plentzia, cuenta, en COPE Euskadi, "cómo ha cambiado la vida" de las mujeres vascas en los últimos años

Nahia García Macías

Bilbao - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

"Sin la firma de mi marido no podía hacer nada", así recuerda Nieves Arribas la vida de miles de mujeres como ella, que hace medio siglo necesitaban el consentimiento de sus cónyuges para realizar cualquier trámite económico y/o administrativo. Y es que no hace tanto tiempo que una generación de mujeres era completamente dependiente del hombre hasta el punto de requerir de su firma para múltiples gestiones como abrir una cuenta del banco, renovar el DNI o administrar los bienes comunes, es decir, estaban supeditadas a la licencia marital, la autorización legal que fue eliminada en 1971.

Como mujer de marinero, y teniendo en cuenta las largas estancias de su esposo en la mar, Arribas tuvo que valerse de sí misma para continuar con su día a día y poder llevar a cabo ciertas tramitaciones. "Lo primero que tuve que hacer fue sacar un poder notarial porque no podría mover ni un dedo y eso hice", cuenta.

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"Me emociona ver a una mujer conduciendo un camión o autobús"

Esta ama de casa plentziarra de 84 años representa a una generación de mujeres que asumieron la falta de libertad con resignación. Y es que, a lo largo de la historia, la mujer ha vivido en desigualdad respecto al hombre en la mayoría de los ámbitos de su vida. Por esta razón, en el "Día Internacional de la Mujer", Arribas valora en positivo el gran avance que la sociedad ha hecho en materia de igualdad de género. "La vida ha cambiado muchísimo, no tiene ni color. Me emociona ver a una mujer conduciendo un camión o autobús", cuenta.

Arribas se define como "una mujer activa". Cada semana acude a sus clases de "pilates y a la montaña" y hasta presta servicio como voluntaria en varias asociaciones locales. Sin embargo, hoy en día todavía se sorprende de sus propias actitudes. "Antes ni se me pasaba por la cabeza. La vida cambiado mucho, no tiene ni color".

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