"Ha sido muy emotivo y especial", así describe Carmen Iturrate, una de las madres de acogida de Chernobil Elkartea, el reencuentro con Angelina, la joven ucraniana que cada verano llega a Euskadi. Y es que esta menor es una de las 108 que ha aterrizado en el aeropuerto de Loiu para pasar una larga temporada en el País Vasco. Hasta el próximo 27 de agosto, y como cada temporada estival, estos niños y niñas regresan con sus familias vascas de acogida para olvidar, durante unos meses, la terrible situación por la que atraviesa el país. "Las cosas allí son muy duras. Si antes su vida era dura, ahora se ha recrudecido con la pandemia y ahora, con la guerra, es terrorífica", asegura.

"Es una guerrera"

Los menores partieron en autobús este pasado viernes desde sus aldeas de origen, en la zona de Ivankiv, y tras permanecer más de diez horas retenidos en la frontera con Polonia, esta pasada madrugada llegaron a Euskadi. "Ha sido una mezcla de agotamiento, nervios y emoción", cuenta Iturrate.

De este modo, 36 menores pasarán una temporada en el País Vasco y Navarra por primera vez, y como es habitual, personas voluntarias de la asociación han organizado diferentes actividades lúdicas y de ocio que sirven de encuentro entre los menores de Ucrania y las familias. "Se nota mucho el cambio. El primer año fue durísimo, pero poco a poco la cosa cambió radicalmente y ahora es una guerrera", cuenta.