Conoce los barcos 'Hiru Anaiak' y 'Rokillo', listos para recoger pellets en Bizkaia

Los barcos “Hiru Anaiak” y “Rokillo”, los primeros preparados para la recogida de vertidos de pélets en la mar, ya están listos en el puerto de Santurtzi para salir a buscar esos microplásticos si finalmente llegan a Euskadi.

El Gobierno Vasco mantiene activo el nivel de alerta y, a modo preventivo, el Plan Especial de Emergencias de Euskadi, ante la posible contaminación marina como consecuencia del vertido del Toconao.

La embarcación de Inspección Pesquera del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, el Ikuskaria, vigila de forma continua, mediante avistamientos y siguiendo la evolución de los patrones de simulación de vientos y corrientes, la posible llegada de restos plásticos a nuestras costas.

A este operativo se suman los barcos “Hiru Anaiak” y “Rokillo”, que permanecerán en puerto, listos para intervenir si fuera necesario..

El Plan del Gobierno Vasco, diseñado para afrontar la crisis que puede provocar la llegada de pélets a la costa vasca tras el accidente del buque Toconao, avanza así de forma coordinada con centros tecnológicos y cofradías de pescadores para habilitar los medios que sean necesarios.

Características del equipamiento

De cara a la recogida de pélets, se han equipado los primeros barcos con redes de tipo neuston, con un paño bastante tupido, con una luz de malla de 1.000 micras, así como con una de repuesto de 500 micras. Se trata de una red usada muy comúnmente por la comunidad científica en sus campañas de investigación para recoger muestras de basuras marinas/microplásticos y plancton.

La forma de trabajo es familiar tanto para los arrantzales como para las personas que hacen campañas científicas: Ante el avistamiento de una acumulación de pélets o basura en la superficie del mar, se lanza la red y se arrastra siguiendo la línea/mancha de pélets. Cuando la red está llena de material, se limpia lo acumulado dentro y se vuelve a repetir la operación hasta limpiar la mancha.

Tras las pruebas realizadas a bordo, se harán ajustes en la operativa y, una vez validada, se replicará siguiendo una estrategia que consistirá en que cada barco haga un muestreo al día en las mismas secciones de la superficie del mar. Esto permitirá observar si hay variaciones significativas de llegada de pélets.