Descubre los "Marijesiak" de Gernika que anticipan la Navidad con coplas cada mañana
Desde 9 días antes de la Navidad los vecinos de la localidad foral salen antes de amanecer a cantar coplas por las calles de la villa
Bilbao - Publicado el - Actualizado
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Los Marijesiak de Gernika son una tradición navideña centenaria que combina fe, música y comunidad. Durante nueve días, desde el 16 de diciembre y hasta la madrugada del 24 de diciembre, los participantes recorren las calles del pueblo a las 4:00 a.m., entonando coplas en euskera.
otra forma de narrar el nacimiento de jesús
Estas canciones narran la historia del nacimiento de Jesús y la Encarnación de la Virgen María. Este año la primera ronda ha durado una hora y cuarenta y cinco minutos.
Sorprende a quien presencie la tradición como a primera hora, todavía de noche, las calles de la localidad foral se van llenando de personas que se dirigen a cantar esas coplas, como podemos ver en el video que puedes ver debajo de estas líneas.
La tradición destaca por su sobriedad y teatralidad. Un solista, Denis Azkarate, con quien hemos hablado en COPE Euskadi, comienza cada estrofa, y el coro responde a dúo. Los participantes recorren el pueblo en sentido contrario a las agujas del reloj, deteniéndose frente a iglesias y casas para cantar. El recorrido culmina en la iglesia de Santa María, donde comenzó la ronda.
novedades de este año
A lo largo de las diferentes rondas, cantan las 44 coplas habituales. Sin embargo, llegan con una novedad. Hace unos pocos meses, la familia de Honorio Urgoitia, quien fuera párroco de Gautegiz-Arteaga, halló 86 coplas escritas por Honorio cuando contaba este 12 años de edad. 62 de ellas son inéditas.
mayor radio de acción
Antiguamente, la ronda se limitaba al casco antiguo de la villa, aunque actualmente, los Marijesiak llegan a otras zonas del municipio, incluyendo paradas en el trayecto en recuerdo a las víctimas del bombardeo de Gernika.
La última ronda se realiza la mañana de Navidad cantando los versos del nacimiento de Jesús. Después, la tradición manda recorrer el pueblo acompañados de txistularis y acabar de txikiteo por los bares de la zona.