Sala Moyua Brancas, templo del coleccionismo y las subastas en Bilbao
Rafael Brancas, tercera generación de la empresa familiar, se pasa por los micrófonos de COPE Euskadi para analizar la evolución de un mercado que "está de moda" en el País Vasco
Bilbao - Publicado el - Actualizado
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Bilbao cuenta con la única sala de subastas de todo Euskadi. Ubicada en el centro de la Villa, abrió sus puertas en 1.996, y desde entonces, se ha convertido en toda una referencia del sector.
Además, la historia de esta lugar va más allá, es una historia familiar, la de la familia Brancas, que se remonta a 1.910, cuando el abuelo de la dinastía, Rafael Von Brancas, comenzó a importar, procedentes de Alemania, su país de origen, las últimas novedades en relojes para acercárselos a los bilbaínos. Y así y, por primera vez, el Botxo descubrió las últimas creaciones del momento den ingeniería alemana.
Tiempo después, en la década de 30 y 40, el negocio se trasladó a un nuevo local y se orientó definitivamente a la joyería y relojería, donde se pudieron ver las primeras perlas cultivadas y la última moda en relojería suiza. Más adelante, en los años 60, Rafael Brancas ideó un nuevo establecimiento para asombro de los bilbaínos: la Joyería-Relojería Berna, en la Plaza Moyua, concesionaria oficial de la marca Omega y con un estilo muy parecido al de las joyerías de la época en París. Sin embargo, no fue hasta bien entrados los años 70, cuando el negocio se redirigió a la compra-venta de joyas antiguas y, después, en 1.996, arrancó la actividad de las subastas. Lo que hoy conocemos como Brancas Sala Monyúa.
En la actualidad, Sala Moyua Brancas ofrece diferentes servicios como la compra-venta de joyas y relojes antiguos y las subastas de todo tipo de piezas de coleccionista. Un negocio familiar que ha sabido reinventarse y adaptarse a los tiempos siempre enfocado en un sector que goza de un éxito indudable en los últimos años. En este sentido, entrevistado en COPE Euskadi, Rafael Brancas, tercera generación de esta dinastía de joyeros, asegura que "en cierta forma está de moda, aunque ya no hay una demanda del lujo, pero sí hay gusto por las piezas antiguas".
El actual gerente de la empresa, insiste que "hoy en día se aprecian mucho los relojes muy antiguos que estén en muy buenas condiciones y que sean originales, como también las pulseras, sortijas, pendientes de distintas y épocas y estilos, que van desde el Renacimiento hasta el año pasado". Objetos por los que la sociedad bilbaína puja importantes cantidades de dinero en las cinco subastas presenciales que organiza Sala Moyua Brancas. "Hacemos subastas cada dos meses entre joyería, relojes, objetos de distintas épocas, piezas de escrituras o monedas de oro y plata", cuenta el gerente.