Una trabajadora de Correos tiene un rifirrafe con una vecina en Bilbao al entregar un aviso: "Anda, si es para mí"
Alba cuenta la historia que vivió con una señora al llegar a un portal de la ciudad vasca y cómo afrontó esta situación surrealista que le tocó vivir

Alba en el vídeo
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En el día a día de cualquier cartero o cartera, entregar una notificación a veces puede resultar en situaciones inesperadas, como la que vivió Alba, una trabajadora de Correos en Bilbao, quien compartió su experiencia a través de un vídeo en TikTok. Su relato ha dado lugar a una conversación sobre la interacción entre los trabajadores del servicio postal y los ciudadanos, y lo que, en apariencia, fue un simple momento de trabajo, se transformó en un rifirrafe entre Alba y una vecina.
El incidente tuvo lugar durante una jornada habitual de entrega de notificaciones. Según cuenta Alba, ella tocó el timbre de un portal en Bilbao en busca de una persona para entregarle un aviso, algo que, como bien describe, ocurre de forma repetida en su rutina diaria. Sin embargo, cuando la persona que esperaba no apareció, una vecina se acercó y, en lugar de simplemente preguntar por la notificación, inició una conversación que rápidamente se volvió tensa.
Alba, que se encontraba en el portal realizando su trabajo, se mostró educada, preguntando amablemente a la vecina a qué piso se dirigía, ya que su labor implicaba entregar el aviso al destinatario correspondiente. En un primer momento, la vecina reaccionó de manera algo desconcertante, con una pregunta que parecía más bien un desafío: “¿Y a qué piso vas tú?”. Ante la respuesta de Alba, que por razones de protección de datos no podía compartir esa información, la situación se tornó aún más incómoda.

Cartero de Correos en moto atendiendo una llamada telefónica en el móvil Fuerteventura
La vecina, lejos de comprender la postura de Alba, le respondió con una pregunta aún más provocadora: “¿Y si yo te digo lo mismo a ti? ¿Qué pasaría?”. A pesar de la actitud de la vecina, Alba mantuvo la calma y continuó con su tarea, explicando que la normativa de protección de datos le impedía revelar detalles sobre el destinatario, pero que ella solo estaba allí para cumplir con su trabajo.
Una trabajadora de Correos
Finalmente, como si la situación no fuera lo suficientemente tensa, cuando Alba comenzó a dejar la notificación en el buzón, la vecina sorprendió a la trabajadora de Correos al exclamarse: “¡Anda! ¡Si es para mí!”. La reacción de la vecina dejó a Alba visiblemente sorprendida, pero esta, fiel a su profesionalismo, continuó con su tarea, entregando la notificación y ofreciendo una sonrisa, aunque no sin antes expresar, algo molesta, lo que sentía sobre su trabajo.
En su relato, Alba aprovechó para lanzar una reflexión a los ciudadanos, señalando que, como carteros, lo único que realmente les importa es realizar su trabajo de manera eficiente: “Al cartero le importa una mierda quién eres, tu nombre, tu apellido, el DNI, ¿en qué piso vives? Lo único que queremos es hacer el trabajo, entregar la carta y ya está”. Este tipo de situaciones, según Alba, no solo complican la entrega de las notificaciones, sino que también restan tiempo y energía a los trabajadores de Correos, quienes, más allá de las incomodidades, buscan cumplir con su responsabilidad diaria.
La anécdota de Alba, que rápidamente se volvió viral en las redes sociales, ha puesto en evidencia las tensiones cotidianas que pueden surgir entre los trabajadores de Correos y los ciudadanos. La moraleja que Alba quiso transmitir es clara: “Si no les haríamos todo en nuestra casa, tocándonos la ciga a 20 uñas”. En definitiva, los carteros no buscan generar conflictos, sino cumplir con su labor y facilitar la comunicación entre las personas.

Cartero de Correos repartiendo correo desde una moto amarilla en Santander, Cantabria
En resumen, este rifirrafe se ha convertido en un recordatorio de que todos tenemos que ser más comprensivos y respetuosos con quienes hacen su trabajo de manera profesional, como los carteros, que no tienen ninguna otra intención más que cumplir con su responsabilidad de forma eficaz. Y, como bien dijo Alba, en este tipo de situaciones, lo más importante es recordar que lo que realmente importa es que la notificación llegue a su destino.